LD (Agencias) La embajada del Reino Unido en Teherán cerró sus puertas "de forma temporal" tras recibir varios disparos desde una calle cercana que sólo causaron escasos daños materiales en el edificio, confirmó una portavoz del Foreign Office. "Puedo confirmar que se efectuaron cinco disparos a mediodía hora local contra la sede y ésta se cerró temporalmente", explicó la portavoz del Ministerio de Exteriores. "Las balas alcanzaron las oficinas en el primer y segundo piso del edificio, nadie resultó herido", agregó la misma fuente, al precisar que "es muy pronto" para hacer conjeturas sobre el móvil del ataque.
La representación diplomática británica en Teherán se encontraba en estado de alerta desde que en agosto pasado fue detenido en Inglaterra el ex embajador iraní en Argentina Hadi Soleimanpour, acusado de conspirar en el atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA de Buenos Aires, que causó 85 muertos y unos 200 heridos. Además, el incidente se dio a conocer poco después de que el embajador iraní en Londres, Morteza Sarmadi, regresara a su país en medio de la tensión diplomática entre el Reino Unido e Irán provocada por el arresto de Soleimanpour. Según un portavoz del Foreign Office, la repentina vuelta de Sarmadi a Teherán no significa que se ha producido "un deterioro en las relaciones" bilaterales.
Desde Teherán, la agencia oficial iraní IRNA precisó que el embajador ha sido llamado a "consultas", mientras el diario británico The Guardian afirma que Sarmadi "puede que no regrese" a la capital británica. Tras la detención de Soleimanpour, las relaciones entre Londres y Teherán se han enrarecido hasta tal punto que el Gobierno iraní ha amenazado con "fuertes medidas" de represalia y la retirada de algunos diplomáticos en territorio británico.
El ex embajador iraní, de 47 años, compareció el pasado viernes ante un juez del tribunal londinense de Bow Street, en una vista del proceso de extradición solicitado por Argentina a las autoridades del Reino Unido. Argentina acusa a Soleimanpour de conspirar en el ataque contra el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, el más cruento de la historia argentina y atribuido al grupo terrorista islámico Hezbolá.
La representación diplomática británica en Teherán se encontraba en estado de alerta desde que en agosto pasado fue detenido en Inglaterra el ex embajador iraní en Argentina Hadi Soleimanpour, acusado de conspirar en el atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA de Buenos Aires, que causó 85 muertos y unos 200 heridos. Además, el incidente se dio a conocer poco después de que el embajador iraní en Londres, Morteza Sarmadi, regresara a su país en medio de la tensión diplomática entre el Reino Unido e Irán provocada por el arresto de Soleimanpour. Según un portavoz del Foreign Office, la repentina vuelta de Sarmadi a Teherán no significa que se ha producido "un deterioro en las relaciones" bilaterales.
Desde Teherán, la agencia oficial iraní IRNA precisó que el embajador ha sido llamado a "consultas", mientras el diario británico The Guardian afirma que Sarmadi "puede que no regrese" a la capital británica. Tras la detención de Soleimanpour, las relaciones entre Londres y Teherán se han enrarecido hasta tal punto que el Gobierno iraní ha amenazado con "fuertes medidas" de represalia y la retirada de algunos diplomáticos en territorio británico.
El ex embajador iraní, de 47 años, compareció el pasado viernes ante un juez del tribunal londinense de Bow Street, en una vista del proceso de extradición solicitado por Argentina a las autoridades del Reino Unido. Argentina acusa a Soleimanpour de conspirar en el ataque contra el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, el más cruento de la historia argentina y atribuido al grupo terrorista islámico Hezbolá.