Obama es un fraude, al igual que Zapatero. La diferencia es que los estadounidenses son más exigentes y pasan factura por un engaño y la mala gestión de los problemas de los ciudadanos. Mientras en España 11 millones de votantes revalidaron a un gobierno que todos sabíamos que nos iba a llevar al desastre, allá han dicho que hasta aquí y ni un paso más.
Ya lo cantaba Nino Bravo...........América.....América.