L D (EFE) Torrijos, de 41 años, que se alzó con la victoria en los comicios presidenciales del 2 de mayo, afirmó que llevará ante la Justicia “a los que han atentado contra el erario”, en alusión a los integrantes del Gabinete anterior. Su predecesora, MIreya Moscoso, no acudió al acto.
"Ha sido tan grande la desfachatez que hemos vivido –agregó–, que nuestro pueblo está sediento de justicia. Aclaro: no quiere venganza. No busca pase de facturas. Busca, quiere y demanda justicia". A juicio del nuevo presidente panameño, la etapa Moscoso (1999-2004) no ha sido sino “cinco años de oportunidades desperdiciadas”.
Entre los principales problemas del país, además de la corrupción, señaló la inseguridad, el desempleo –que afecta al 14 por ciento de la población– y la pobreza. Por lo que hace a las finanzas públicas, dijo que se encuentran en un estado “deplorable”.
Entre los principales problemas del país, además de la corrupción, señaló la inseguridad, el desempleo –que afecta al 14 por ciento de la población– y la pobreza. Por lo que hace a las finanzas públicas, dijo que se encuentran en un estado “deplorable”.
Torrijos afirmó creer en el comercio exterior como “mecanismo de creación de riqueza", y aseguró que llevará de "forma ordenada" las negociaciones de los Tratados de Libre Comercio con todos los países, y en particular con EEUU, pero "con una mayor consulta con el sector agropecuario, para preservar los mejores intereses nacionales".
Su padre, el dictador Omar Torrijos, "parte esencial" de Panamá
El mandatario dedicó unas palabras a su padre, el dictador Omar Torrijos, que detentó el poder entre 1968 y 1978, tras derrocar a Arnulfo Arias, esposo de Mireya Moscoso. "Es parte esencial de nuestra patria", afirmó, para añadir poco después que se sentía orgulloso de ser "el primer presidente elegido después de completarse la integración de nuestro territorio". Hacía así referencia a la cesión, en 1999, de la soberanía sobre el Canal de Panamá por parte de EEUU.
El mandatario dedicó unas palabras a su padre, el dictador Omar Torrijos, que detentó el poder entre 1968 y 1978, tras derrocar a Arnulfo Arias, esposo de Mireya Moscoso. "Es parte esencial de nuestra patria", afirmó, para añadir poco después que se sentía orgulloso de ser "el primer presidente elegido después de completarse la integración de nuestro territorio". Hacía así referencia a la cesión, en 1999, de la soberanía sobre el Canal de Panamá por parte de EEUU.
Por otro lado, expresó su rechazo al indulto concedido la semana pasada por Moscoso a Luis Posada Carriles y a otros tres anticastristas, acusados por el régimen comunista de La Habana de planificar, durante la X Cumbre Iberoamericana, que se celebró en Panamá en 2000, un atentado contra el dictador Fidel Castro.
Cuba y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas y retiraron a su embajador en Panamá, respectivamente, en protesta por las opiniones vertidas por la predecesora de Torrijos; Moscoso dijo que la vida de Posada correría peligro su era extraditado a Venezuela, su país natal, o a la Isla.
Para Torrijos, la decisión que adoptó Moscoso ha deteriorado la imagen de Panamá. "Me he propuesto rehacerla –agregó–, por lo cual iniciaré gestiones tendentes al restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba y a la normalización con Venezuela". A la investidura de Torrijos asistieron, entre otras personalidades, los Príncipes de Asturias, diez gobernantes y el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.