L D (EFE) El accidente ocurrió en la comunidad pesquera de Sanki, a poca distancia de Lagos, la capital comercial de Nigeria, y en un primer momento las autoridades señalaron que las víctimas eran, a lo sumo, sólo tres o cuatro.
Algunos testigos dijeron que los ladrones de gasolina fueron quienes prendieron fuego a la tubería perforada para evitar ser detenidos por la Policía de Marina, alertada por la Corporación Nacional Nigeriana de Petróleo (NNPC) después de que detectasen la pérdida de presión en la conducción.
Algunos testigos dijeron que los ladrones de gasolina fueron quienes prendieron fuego a la tubería perforada para evitar ser detenidos por la Policía de Marina, alertada por la Corporación Nacional Nigeriana de Petróleo (NNPC) después de que detectasen la pérdida de presión en la conducción.
El portavoz de la Policía, Emmanuel Ighodalo, confirmó que efectivamente "el fuego fue causado por los saboteadores". Ighodalo dijo también que la Policía ha identificado hasta ahora once puntos en los que la tubería fue dañada por los ladrones. Todo parece indicar, según la Policía, que el número de víctimas podría aumentar.
El incidente es el último de los muchos de este tipo que frecuentemente ocurren en los estados del sur de Nigeria, donde se extienden miles de kilómetros de instalaciones para la conducción de productos petrolíferos, sujetas al vandalismo de las comunidades cercanas. Hace cuatro meses en la cercana aldea de Imore, unas cincuenta personas murieron carbonizadas al ocurrir un hecho similar. El peor caso, en el que murieron al menos mil personas, se registró en octubre de 1998, cuando un oleoducto se incendió y explotó en la ciudad de Jesse, en el Estado del Delta del Níger.
El incidente es el último de los muchos de este tipo que frecuentemente ocurren en los estados del sur de Nigeria, donde se extienden miles de kilómetros de instalaciones para la conducción de productos petrolíferos, sujetas al vandalismo de las comunidades cercanas. Hace cuatro meses en la cercana aldea de Imore, unas cincuenta personas murieron carbonizadas al ocurrir un hecho similar. El peor caso, en el que murieron al menos mil personas, se registró en octubre de 1998, cuando un oleoducto se incendió y explotó en la ciudad de Jesse, en el Estado del Delta del Níger.