LD (EFE) Miembros de una red de traficantes de armas están siendo interrogados por la Policía de Taiwán que habrían vendido la pistola usada en el atentado para asesinar al presidente Chen Shui-bian en marzo pasado. Fuentes oficiales han indicado que ninguno de los arrestados coincide con la descripción del principal sospechoso: un varón de unos treinta o cuarenta años de edad, según las fotografías y vídeos del momento del atentado.
Los investigadores utilizaron para practicar este arresto la información extraída a un fabricante ilegal de municiones detenido en agosto, Ho Tun-ching. Las personas intervenidas confesaron haber vendido setenta pistolas tipo "Berretta" rectificadas, de las que se han recuperado diez. Esas armas dejan en las balas huellas similares a las que presentan los dos proyectiles encontrados en el escenario del atentado, ocurrido en la ciudad sureña de Tainan durante el final de campaña electoral de Chen.
La oposición política en Taiwán mantiene la teoría de que la agresión contra Chen fue orquestada por el oficialismo para ganar votos en los comicios presidenciales. El mandatario, quien mantiene su inocencia sobre estas acusaciones, consiguió la reelección en marzo pasado por sólo 29.518 votos más que el opositor Lien Chan, mientras que en las elecciones parlamentarias del sábado pasado el Partido Demócrata Progresista (PDP) se vio frustrado en su intento de hacerse con la mayoría.