Parafraseando al ex ministro Trillo: "Vivahoooon-duras!".
Zelaya está demostrando ser un impresentable y un peligro para su pueblo. SUERTE QUE LO APARTARON A TIEMPO.
A la vista del artículo 239 de la Constitución hondureña, es incontrovertible que sus Instituciones han actuado legal y legítimamente en defensa del orden constitucional y de los derechos del pueblo hondureño.
Fue Zelaya quien pretendía vulnerar la legalidad. Fue, por tanto, justamente depuesto. Otra cosa es la forma en que se hizo.
Si bien el soporte jurídico es impecable, se instrumentó chapuceramente, deportando al depuesto Presidente en lugar de detenerlo, como procedía.
Tal vez tal decisión fue informada por la prudencia y el temor. Prudencia para evitar la violencia que se temía produjera el acto legal y legítimo de destitución de Zelaya. Temor a una intervención exterior que prudentemente se procuró evitar mediante la deportación.
Posiblemente faltó también una previa comunicación en medios diplomáticos del acto de deportación, sobre todo cerca de los países de la OEA (no afines a Chávez, por supuesto), así como una mejor estrategia informativa de lo acontecido. Si bien hay que reconocer que lo uno y lo otro resulta complicado en estos casos.
Se nota lo traidor que ersa, Zelaya, sivergüenza, preparaste esa reunión con la esperanza de que se detuviese a Micheletti en Costa Rica, golfo, que eres un golfo
Zelaya es un perfecto chavista. Su diccionario es como el del dictador venezolano. No habla, escupe.
Ese tal Celaya o Zelaya es un impresentable, se pongan como se pongan.