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Muere una mujer de 37 años mientras buceaba en la 'ruta del terror' de Murcia

La víctima era profesora y practicaba espeleobuceo con su pareja cuando desapareció, en uno de los laberintos submarinos de este peligroso enclave.

La víctima era profesora y practicaba espeleobuceo con su pareja cuando desapareció, en uno de los laberintos submarinos de este peligroso enclave.
Un buceador explorando la Cueva del Agua. | Youtube/Javi Escudero

La Cueva del Agua, ubicada entre Cartagena y Mazarrón, añade una nueva tragedia a su largo historial. Lorena G. M., una profesora de inglés de 37 años, perdió la vida mientras practicaba espeleobuceo en este peligroso enclave subacuático. El suceso tuvo lugar el sábado por la noche, cuando la mujer, que estaba acompañada por su pareja -un buceador experimentado-, desapareció tras soltarse, al parecer, de la línea de vida, según la información ofrecida por una fuente de Emergencias citada por El Español.

A las 23:04 horas, su compañero alertó al Centro de Coordinación de Emergencias 112 de que había perdido de vista a Lorena mientras buceaban juntos en esta cueva, conocida por sus aguas cristalinas y su elevado peligro. Ante la emergencia, se movilizó un amplio dispositivo de rescate que incluyó al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), bomberos del Servicio de Extinción y Salvamento de Cartagena con material de iluminación, efectivos de la Policía Local y personal sanitario del 061, desplazados al lugar de manera preventiva.

Tras más de dos horas de búsqueda, el cuerpo de Lorena fue localizado sin vida a la 1:45 de la madrugada del domingo. Su recuperación no concluyó hasta las 4:00 de la madrugada, cuando los bomberos colaboraron con los especialistas del GEAS para trasladar la camilla al exterior, donde el equipo forense procedió al examen del cadáver.

Ruta del terror

La Cueva del Agua, también conocida como la Ruta del terror, es un laberinto submarino de más de 7.000 metros, aunque solo 3.925 han sido explorados. Este enclave, famoso por sus aguas cristalinas y cálidas, esconde un grave peligro debido a los sedimentos en sus paredes y suelo, que, al removerse, generan una cortina de fango que reduce la visibilidad a cero.

El lugar ha sido escenario de cinco muertes desde los años 70. Entre las víctimas se cuentan dos agentes de la Guardia Civil, Antonio Naranjo y Antonio Sánchez, cuyos cuerpos fueron recuperados tras 35 días de búsqueda en 1996. También fallecieron un buceador francés en los años 70 y el deportista Antonio Pedro Martínez Ardiz, de 41 años, en 2010. La experiencia o preparación de las víctimas no ha evitado los accidentes en este peligroso enclave.

Se ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo la muerte por ahogamiento de Lorena. Entre los aspectos a determinar figura si los buceadores contaban con la habilitación necesaria para esta actividad específica o si se trataba de buceadores deportivos con especialidad en buceo en cuevas.

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