El proceso de reflexión abierto en el PSOE tras la debacle electoral del 22-M comienza a tomar forma y evidencia una brecha interna en la formación. Las primarias tan esperadas, cuya agenda se marcará el próximo sábado en el comité federal, son "insuficientes" para una parte del partido que considera que erosionarán, aún más, las perspectivas socialistas.
Es el caso de Patxi López, el barón del País Vasco, que ha pedido esta tarde un congreso extraordinario en el mes de julio con el objetivo de elegir al sucesor de Zapatero en la Secretaría General del partido.
"La respuesta a lo sucedido este domingo no pueden ser sólo unas primarias sin proyecto", ha dicho López, que ha considerado que es necesario celebrar un congreso porque "primero hay que decidir qué queremos ofrecer y luego decir quién abandera el proyecto".
Reunión del grupo
Una opción que también defendían diputados socialistas en la reunión del grupo parlamentario celebrada este martes por la mañana en el Congreso. "Los ciudadanos no entenderían nosotros estuviéramos en temas internos cuando tenemos los problemas que hay en el conjunto de este país. Yo a nivel personal creo que esto de las primarias lo tendríamos que superar con el consenso y el acuerdo de todos", decía a su entrada el parlamentarioJuan Barranco.
En la misma línea Francisco Fernández Marugán: "Deberían pensar si se dan las circunstancias como para ir por ese camino. Escucharé con atención los puntos de vista de unos y otros... La mecánica de los acontecimientos por sí mismos no debería imponerse. Creo que tendría que haber argumentos muy fundados. Si no hay argumentos muy fundados, podría intentarse otro procedimiento".
Dentro de la reunión, a puerta cerrada, se produjeron quince intervenciones. La mayor parte de ellas abogaron por "un candidato de consenso" que apuntaría a Alfredo Pérez Rubalcaba. "Lo que están planteando muchos es que haya un sólo candidato", relataba Rafael Simancas a la salida de la reunión. Una opción por la que apuesta él mismo: "Yo preferiría uno".
Más reveladoras eran las conversaciones en los corrillos. Entre las caras largas y de preocupación un veterano diputado socialista no ocultaba su enfado: "Que se vaya de una puta vez", reclamaba con indignación.
Esta posición, que no es la mayoritaria, sí que refleja el sentir de una facción del Partido Socialista Obrero Español hacia el actual presidente del Gobierno y líder del PSOE: la necesidad de que Zapatero ceda ya las riendas de la Secretaría General a un sucesor que renueve completamente el partido, su imagen y sus políticas.
Prueba de ello son las manifestaciones de algunos socialistas en la red social Twitter, donde hoy recordaban que el propio Zapatero fue elegido en un congreso extraordinario, el XXXV en el que ganó, contra todo pronóstico a José Bono.