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hombre fuerte del psoe canario

Casimiro Curbelo, el cacique socialista de La Gomera

El nombre de Casimiro Curbelo es sobradamente conocido en Canarias aunque sea ahora, tras su bochornosa detención, cuando haya saltado a las portadas.

El nombre de Casimiro Curbelo es sobradamente conocido en Canarias aunque sea ahora, tras su bochornosa detención, cuando haya saltado a las portadas.

Desde la semana pasada, el senador del PSOE y presidente del cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, acapara buena parte de la atención de los medios por su arresto en las cercanías de una sauna en Madrid. Los primeros datos apuntaban a incidentes en el interior del local que culminaron con un arresto por atentado contra la autoridad. Pero fue este sábado cuando se conoció hasta qué punto llegaba el escándalo: según la versión policial, el senador vertió insultos de todo tipo sobre los policías, se jactó de su condición de parlamentario e incluso pegó a un agente.

La versión del político es radicalmente distinta: en la rueda de prensa que dio antes de que trascendiese el contenido del atestado policial, alegó que el agredido e insultado fue él y rechazó dimitir de su cargo, al que lleva aferrado más de veinte años.

Aunque poco conocido en la política nacional, Casimiro Curbelo, licenciado en Filosofía y Letras, casado y padre de tres hijos, es uno de los hombres más poderosos de Canarias. Gomero de nacimiento, es el político más famoso de aquella isla y el que más lejos ha llegado en los últimos 30 años. Nacido en 1955 se afilió al PSOE en 1982, cuando aún no había cumplido los 27 años. Un año después fue nombrado secretario general de la agrupación local y miembro de la comisión ejecutiva del PSOE canario. Ambos cargos los mantiene 28 años después.

Fue elegido en las elecciones municipales que se celebraron en ese año de 1983 alcalde de su ciudad natal, San Sebastián de La Gomera, puerto principal y capital de la isla. Retuvo la alcaldía durante dos legislaturas. En 1987 fue elegido diputado regional al Parlamento autonómico de Canarias durante una legislatura, al término de la cual fue nombrado vicepresidente del Consejo de Entidades Canarias en el Exterior (CECE), un órgano de consulta del Gobierno autónomo que asesora en las políticas dirigidas a los canarios emigrantes.

Ese mismo año fue elegido presidente del cabildo de La Gomera, máxima institución insular. Desde 1991 ha renovado la presidencia del cabildo en cinco ocasiones (1995, 1999, 2003, 2007 y 2011), un cargo que se compatibiliza con la presidencia de varios patronatos y órganos de administración insular.

En 1993 abandonó la vicepresidencia del CECE y fue elegido senador por La Gomera, cargo que combina con el de presidente del cabildo hasta la actualidad. En 2007, sin abandonar ni el Senado ni el cabildo, se presentó de nuevo a las elecciones regionales sacando por segunda vez el escaño. Se juntó de este modo con tres cargos: diputado regional, senador y presidente del cabildo con sus respectivos salarios, que no son precisamente bajos en ninguno de los casos.

En las pasadas elecciones regionales no renovó la candidatura autonómica, pero sí la insular, que volvió a revalidar después de sacar el 53% de los votos, una mayoría respetable pero mucho más pequeña de la que el mismo candidato había obtenido en 2007, comicios en los que obtuvo casi el 67% de los sufragios.

Nada se mueve en La Gomera sin que el senador Curbelo se entere. Concentra en su sola persona los tres cargos más importantes de aquella isla: el de presidente del cabildo, el de senador y el de secretario general del PSOE local, partido hegemónico de La Gomera desde hace décadas. Un 'cacique' de nuestro tiempo que, con 55 años, se ha complicado muy mucho su carrera política.  

Sólo otro escándalo, además de este, hizo peligrar su puesto. En 2007, uno de los consejeros insulares, Javier Trujillo, fue imputado por un presunto delito de prevaricación y otro de tráfico de influencias. Pese a los intentos de la oposición y denuncias por parte de la prensa de que en el escándalo podría estar implicado el propio presidente, Curbelo defendió su gestión y rechazó su implicación. El consejero perdió su puesto e incluso salió de las filas del PSOE. Curbelo, mientras, sorteó el escándalo y fue reelegido el pasado 22 de marzo.

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