El ministro del Interior, Antonio Camacho, descartó este jueves presentar su dimisión por estar salpicado por la investigación del Caso Faisán, en el que se investiga un chivatazo de altos mandos policiales a la red de extorsión de ETA. "Pidieron mi dimisión incluso antes de que ocupase físicamente mi despacho como ministro. Lo razonable es esperar un poco, ver cómo es la gestión y luego pedir la dimisión", dijo
Sobre la investigación judicial y el juicio que se inicia en la Audiencia Nacional, el ministro emplazó a su supuesto "absoluto respeto a los procedimientos judiciales y a las investigaciones judiciales abiertas. Respeto al poder ejecutivo. Eso es lo que he venido haciendo, hago hoy, y haré también en el futuro". De ese modo, eludió responder las preguntas de varios periodistas sobre el chivatazo.
En la rueda de prensa posterior a su encuentro con el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, descartó asimismo que exista algún tipo de semejanza entre la situación política en la que se encontraba el ya ex presidente de la Generalidad valenciana, Francisco Camps, y tanto él mismo como el ex ministro y candidato del PSOE en las próximas generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, por la causa del Faisán. "Similitudes entre unos y otros casos hay muy pocas", dijo.