El avance en las investigaciones sobre los negocios del Iñaki Urdangarín han obligado a la Casa Real a posicionarse. Este mismo lunes era el nuevo jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, quien anunciaba que el yerno del Rey dejaría de asistir a los actos oficiales, según dijo, de "mutuo acuerdo" entre el Rey y el esposo de la Infanta Cristina.
Pero dado el cariz que están tomando los acontecimientos, todo hace presagiar que esta medida sólo servirá de cortafuegos temporal y Zarzuela estará obligada a ir más allá. ¿Qué ocurrirá si, llegado el momento, Iñaki Urdangarín es imputado? ¿Sería definitivamente expulsado de la Familia Real? ¿Cómo procedería la Casa del Rey?
El precedente Marichalar
En la actualidad, el único precedente similar es el de Jaime de Marichalar, a raíz de su divorcio oficial de la Infanta Elena en enero de 2010, cuya la separación era efectiva desde 2007. Antes de que la Casa del Rey se decidiera a hacer público el comunicado de la separación, la aparición de Marichalar en actos oficiales fue reduciéndose significativamente; mientras los rumores de ruptura se acrecentaban.
Tras hacerse público la separación – ‘cese temporal de la convivencia’, se llamó- Marichalar dejó automáticamente de acudir a los actos públicos de la Familia Real, hasta que existió sentencia de divorcio. Una vez fue inscrito en el Registro Civil de la Familia Real, se consumó la expulsión del que fuera yerno del Rey: la operación de ‘borrado’ de Marichalar de la Familia Real se sucedió rápidamente.
En primer lugar, fue despojado de su título de Duque de Lugo. Tardó casi tres años en perderlo, dado que era algo a lo que no podía renunciar: El Rey se lo concedió a la Infanta Elena con motivo de su boda, convirtiéndole a él en duque consorte. La disolución del matrimonio era la única forma de que Marichalar perdiera el privilegio.
Cosa distinta ocurre con Urdangarín, que ostenta el título de duque de Palma por su matrimonio con la hija pequeña del Rey. Si la Familia Real decidiera expulsarle de su seno ante una eventual imputación en el caso ‘Palma Arena’, no podría ‘quitarle’ el título, por lo que seguiría siendo el duque de Palma, salvo que se divorciase de la Infanta Cristina.
Operación 'borrado'
El 21 de Enero de 2010 supuso la desaparición del exmarido de la Infanta Elena de la Familia Real, el mismo día que se hizo oficial el divorcio. La página web de la Casa Real cambió su fotografía oficial, borrando al anterior duque de Lugo, y dejando a Elena sola entre sus cuñados, Iñaki Urdangarín y Leticia. La biografía de Marichalar se esfumó de la web, así como todas sus apariciones en actos públicos, y sólo se quedó un minúsculo resto de los doce años que pasó por la el Palacio Real. Marichalar aparece referido en la biografía de la Infanta Elena, donde se le nombra como exmarido y padre de sus dos hijos.
Aunque tuvo tres años para hacerse a la idea, siempre se dijo que a Marichalar le costó sobremanera asumir la "expulsión del paraíso". La imagen de un empleado del Museo de Cera portando en una carretilla su figura fue de lo más fulminante: "La figura de don Jaime se incluyó cuando se casó con doña Elena. Ahora no tiene razón que siga", dijeron sus portavoces. De un plumazo, la réplica del ex duque de Lugo pasó de la Sala donde se encontraba con la Familia Real a la sala taurina, detrás de un burladero. Días después, la réplica de cera se trasladó a un desván con el resto de réplicas "en desuso".
Es de suponer que de correr Iñaki Urdangarín la misma suerte que Marichalar, también las consecuencias serían similares. El exmarido de la Infanta Elena perdió toda clase de privilegios: dijo adiós al palco del Bernabeu, a los vuelos VIP en Iberia siempre que quisiera... y es innegable que perdió cierto ‘estatus’social: unos meses después desapareció del consejo de administración de FCC y Winterthur.
A Marichalar sólo le quedó ser el padre de los nietos del Rey, lo que le hizo conservar alguno de sus privilegios: mantiene un servicio de seguridad, especialmente cuando los niños están con él. Pero a todos los efectos ha sido borrado.