En un escrito publicado en su blog, Vidal Quadras critica la deriva en la que, en su opinión, está su partido en Cataluña. Titulado "El lenguaje del enemigo", el colaborador de esRadio censura la actitud de Sánchez Camacho durante su ronda de reuniones en varios ministerios en los que parecía más una representante de CiU que del PP.
Asegura que "es notable como determinadas expresiones, cargadas de pólvora ideológica, consiguen ser impuestas por sus inventores hasta el punto que sus teóricos oponentes acaban haciéndolas suyas".
Y es que Vidal Quadras asegura que Sánchez Camacho habló en Madrid del "encaje de Cataluña en España. Para el que fuera líder del PPC con esta expresión "se presupone: a) que Cataluña y España son dos entidades distintas en pie de igualdad; b) que existe un problema de acoplamiento de estos dos entes diferentes y de igual rango; c) que España es la que ha de poner todo de su parte para que Cataluña se sienta a gusto en esta relación bilateral".
De este modo, el popular añade que "la buena de Alicia, rebosante de tanta ingenuidad como seráfica intención, trata de convencer a sus correligionarios Montoro y de Guindos de que incluyan en los presupuestos del Estado para 2012 las partidas correspondientes al Fondo de Competitividad y al de Infraestructuras, que Artur Mas reclama insistentemente con el argumento de que son cantidades que ‘se les deben’".
Por todo ello, recomienda a Sánchez Camacho que ocupe su tiempo "como cabeza visible del centro-derecha catalán constitucionalista en la permanente exigencia al Consejo Ejecutivo de la Generalidad de un programa de recorte del gasto público que incluya la supresión del noventa por ciento de los organismos inútiles plagados de paniaguados que lastran la Administración autonómica, la privatización de TV3, el cierre de todas las pseudoembajadas y la eliminación de tantas y tantas subvenciones clientelares o megalómanas."
Por último, Vidal Quadras critica que "mientras el PP de Cataluña no entienda que su batalla ha de ser la de las ideas y que la ha de librar contra un enemigo que jamás será su compadre, quedará condenado a un lugar secundario en el panorama político, social y cultural catalán".