Los acólitos de ETA han vuelto a perpetrar un nuevo acto de terrorismo callejero en las calles del País Vasco. Unos desconocidos colocaron la pasada madrugada un dispositivo explosivo en el exterior de la sede del Servicio Vasco de Empleo-Lanbide de la localidad alavesa de Salvatierra, según informó el departamento vasco de Interior.
Este dispositivo estaba formado por un petardo con gasolina, que explotó sobre las doce y media de la noche, y apenas causó daños materiales.
El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, reclamó a todos los partidos que lo condenen "con toda contundencia y claridad", en especial, "los dirigentes de la antigua Batasuna". En una entrevista concedida a Radio Popular-Herri Irratia, destacó que el 'modus operandi' utilizado en este caso del lanzamiento del petardo es el "utilizado" en los actos de terrorismo callejero.
"Es un artefacto que hay que preparar y, en todo caso, lo importante es que todo el mundo se pronuncie radicalmente en contra y, por lo tanto, en todo caso, lo importante es que todo el mundo se pronuncie radicalmente en contra, que lo condene", añadió.
El titular de Interior destacó que "es evidente que hay menos actos de violencia callejera que nunca, algunos ni tienen nada que ver con lo que eran actuaciones planificadas por el mundo del entorno de Batasuna, que ha habido hechos aislados que, desde luego, tienen que ver con otras causas, como reivindicaciones laborales, preparación de determinados días de lucha referidos a temas económicos o de crisis económica". "Pero, es evidente que ha habido también algunos otros casos y éste es un caso grave. Por eso me he pronunciado con la contundencia con la que lo he hecho", precisó.
Sin embargo, Batasuna volvió a perder una ocasión de oro para separarse de ETA y sus cachorros. En un comunicado remitido a los medios de comunicación, eludió condenar el ataque y se limitó a señalar que "actos" como el registrado en Salvatierra "están fuera de lugar y obstaculizan la acumulación de fuerzas".
"Este tipo de actos son incompatibles con la estrategia de la izquierda abertzale y obstaculizan la acumulación de fuerzas y activación social que son totalmente necesarias en este contexto de grave crisis económica, en la que la clase trabajadora está sufriendo un constante recorte de derechos", añadieron.