L D (EFE) Las partes fueron convocadas este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia vizcaína para darles a conocer la sentencia por el segundo juicio celebrado por este crimen, cometido en 1984. La Fiscalía había pedido penas de entre 25 y 31 años para los tres acusados, solicitud que también había formulado la acusación particular, aunque finalmente retiró la acusación contra Amedo por no haberse acreditado su participación durante la vista oral.
Esta es la sentencia tras el segundo juicio por el asesinato de Brouard, cometido el 20 de noviembre de 1984, cuando fue tiroteado en su consulta de pediatra en Bilbao. En el primer fallo, en 1993, fueron condenados Rafael López Ocaña, como coautor del crimen, y Juan José Rodríguez "El Francés", por suministrar las armas del crimen.
En septiembre de 1997 se reabrió el sumario del caso al ser localizado y detenido el industrial Luis Morcillo Pinillos, quien había sido apuntado en el transcurso de la instrucción como inductor o incluso coautor del asesinato y se encontraba hasta entonces en paradero desconocido. Según la acusación de la Fiscalía, en los últimos meses de 1983, Masa, Amedo y otras personas que no han sido identificadas durante el proceso acordaron dar muerte a Brouard por su condición de "dirigente destacado" de Herri Batasuna.
Para tal fin, Rafael Masa encomendó la autoría del crimen a Luis Morcillo quien, a su vez, se concertó con Rafael López Ocaña y entre ambos adquirieron una pistola y un rifle, que compraron a Juan José Rodríguez Díaz "El Francés", quien las introdujo en España de forma ilícita. La Fiscalía había pedido penas de entre 25 y 31 años para los tres acusados, solicitud que también había formulado la acusación particular, aunque finalmente retiró la acusación contra Amedo por "falta de pruebas".
En la sentencia, la Sección Primera de la Audiencia de Vizcaya especifica que la Sala "nada tiene que concluir frente al señor Amedo", mientras que "le cabe vehemente duda frente al señor Morcillo" y, como consecuencia de ello, "no puede acabar el juicio indiciario frente al señor Masa".
Falta de pruebas
A la hora de absolver a los tres acusados, el tribunal ha resaltado que "los testigos referenciales que tendrían habilidad para asentar la versión de hechos que postulan las acusaciones han carecido de fuerza de convicción de una manera palmaria". Según la Audiencia, "no se ha acreditado que José Luis Morcillo se concertara con Rafael López Ocaña ni para conseguir las armas utilizadas en la muerte de Brouard ni para dirigirse a Bilbao el día del atentado", como tampoco se ha acreditado que Masa y Amedo "hubieran acordado incluir a Brouard entre las personas que, por móviles políticos, se preveía eliminar por mercenarios".
Sobre la conducta de Morcillo , el tribunal considera probado que era amigo de Rafael Masa y que mantenían "mutua confianza y proclividad", aunque, agrega, "nada sabemos de lo que pudieran tratar, y si había algo serio o algo turbio, pero tampoco nada que supusiera precisamente el encargo de un asesinato".
La Sala entiende que "una vigorosa fuente de sospecha" sobre Morcillo radica en que, una vez que aparece la identidad del procesado en el sumario y se le busca, se encuentra en paradero desconocido, y no se sabe de él hasta que es detenido en abril de 1997 en un control de carretera, en Valencia, con un transporte de pastillas de cafeína. Según el procesado, una requisitoria judicial pendiente en España por un cheque al descubierto le llevó a viajar durante años por varios países de Sudamérica.
Según la sentencia, "es llamativo que (Morcillo) admita haber visto en la televisión en Chile que era buscado como sospechoso del asesinato de Brouard y no se dispusiera a aclarar su situación a la Policía o a los jueces de donde fuera, por mucho que le esperara una causa criminal menor". Para el tribunal, "si Morcillo inició un oscuro periplo americano, por iniciativa propia, a instigación de Masa o de terceros (...), pudo deberse a motivos de una actividad irregular, o francamente delictiva, que no es necesariamente la que se le imputa".
La sentencia alude también a las dudas expresadas por la principal testigo del caso, la enfermera de Brouard -abrió la puerta de la consulta a los asesinos-, en el reconocimiento fotográfico de Morcillo. "De una inseguridad del único testigo directo es imposible engendrarse la seguridad en el convencimiento del tribunal", explica la sala.
Respecto a Rafael Masa , el fallo dice que, dado que "no puede reputarse a Morcillo como autor material del atentado, puesto que resulta dudoso, lógicamente no puede apuntar a que existiera el encargo mortífero que se ha atribuido a este otro procesado, y menos aún el concierto con José Amedo, que nunca se ha acreditado eficazmente tuviera relación personal con Rafael Masa".
En referencia a José Amedo , el tribunal considera que "resulta paladino, cualquiera que fuese la actuación de funcionarios próximos a los GAL, que no hay prueba de lo que se imputa" al ex comisario de Policía. Tras conocer el fallo, el abogado de la acusación particular, Txema Montero, explicó a los periodistas que tiene una sensación "muy frustrante" después de dos juicios y más de 18 años de instrucción sin que se haya aclarado el caso.
Esta es la sentencia tras el segundo juicio por el asesinato de Brouard, cometido el 20 de noviembre de 1984, cuando fue tiroteado en su consulta de pediatra en Bilbao. En el primer fallo, en 1993, fueron condenados Rafael López Ocaña, como coautor del crimen, y Juan José Rodríguez "El Francés", por suministrar las armas del crimen.
En septiembre de 1997 se reabrió el sumario del caso al ser localizado y detenido el industrial Luis Morcillo Pinillos, quien había sido apuntado en el transcurso de la instrucción como inductor o incluso coautor del asesinato y se encontraba hasta entonces en paradero desconocido. Según la acusación de la Fiscalía, en los últimos meses de 1983, Masa, Amedo y otras personas que no han sido identificadas durante el proceso acordaron dar muerte a Brouard por su condición de "dirigente destacado" de Herri Batasuna.
Para tal fin, Rafael Masa encomendó la autoría del crimen a Luis Morcillo quien, a su vez, se concertó con Rafael López Ocaña y entre ambos adquirieron una pistola y un rifle, que compraron a Juan José Rodríguez Díaz "El Francés", quien las introdujo en España de forma ilícita. La Fiscalía había pedido penas de entre 25 y 31 años para los tres acusados, solicitud que también había formulado la acusación particular, aunque finalmente retiró la acusación contra Amedo por "falta de pruebas".
En la sentencia, la Sección Primera de la Audiencia de Vizcaya especifica que la Sala "nada tiene que concluir frente al señor Amedo", mientras que "le cabe vehemente duda frente al señor Morcillo" y, como consecuencia de ello, "no puede acabar el juicio indiciario frente al señor Masa".
Falta de pruebas
A la hora de absolver a los tres acusados, el tribunal ha resaltado que "los testigos referenciales que tendrían habilidad para asentar la versión de hechos que postulan las acusaciones han carecido de fuerza de convicción de una manera palmaria". Según la Audiencia, "no se ha acreditado que José Luis Morcillo se concertara con Rafael López Ocaña ni para conseguir las armas utilizadas en la muerte de Brouard ni para dirigirse a Bilbao el día del atentado", como tampoco se ha acreditado que Masa y Amedo "hubieran acordado incluir a Brouard entre las personas que, por móviles políticos, se preveía eliminar por mercenarios".
Sobre la conducta de Morcillo , el tribunal considera probado que era amigo de Rafael Masa y que mantenían "mutua confianza y proclividad", aunque, agrega, "nada sabemos de lo que pudieran tratar, y si había algo serio o algo turbio, pero tampoco nada que supusiera precisamente el encargo de un asesinato".
La Sala entiende que "una vigorosa fuente de sospecha" sobre Morcillo radica en que, una vez que aparece la identidad del procesado en el sumario y se le busca, se encuentra en paradero desconocido, y no se sabe de él hasta que es detenido en abril de 1997 en un control de carretera, en Valencia, con un transporte de pastillas de cafeína. Según el procesado, una requisitoria judicial pendiente en España por un cheque al descubierto le llevó a viajar durante años por varios países de Sudamérica.
Según la sentencia, "es llamativo que (Morcillo) admita haber visto en la televisión en Chile que era buscado como sospechoso del asesinato de Brouard y no se dispusiera a aclarar su situación a la Policía o a los jueces de donde fuera, por mucho que le esperara una causa criminal menor". Para el tribunal, "si Morcillo inició un oscuro periplo americano, por iniciativa propia, a instigación de Masa o de terceros (...), pudo deberse a motivos de una actividad irregular, o francamente delictiva, que no es necesariamente la que se le imputa".
La sentencia alude también a las dudas expresadas por la principal testigo del caso, la enfermera de Brouard -abrió la puerta de la consulta a los asesinos-, en el reconocimiento fotográfico de Morcillo. "De una inseguridad del único testigo directo es imposible engendrarse la seguridad en el convencimiento del tribunal", explica la sala.
Respecto a Rafael Masa , el fallo dice que, dado que "no puede reputarse a Morcillo como autor material del atentado, puesto que resulta dudoso, lógicamente no puede apuntar a que existiera el encargo mortífero que se ha atribuido a este otro procesado, y menos aún el concierto con José Amedo, que nunca se ha acreditado eficazmente tuviera relación personal con Rafael Masa".
En referencia a José Amedo , el tribunal considera que "resulta paladino, cualquiera que fuese la actuación de funcionarios próximos a los GAL, que no hay prueba de lo que se imputa" al ex comisario de Policía. Tras conocer el fallo, el abogado de la acusación particular, Txema Montero, explicó a los periodistas que tiene una sensación "muy frustrante" después de dos juicios y más de 18 años de instrucción sin que se haya aclarado el caso.