Quinientas mil firmas. Ésa es la cantidad que los guardias civiles de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la Unión de Oficiales (UO) tendrán que reunir en los próximos meses para que el Congreso de los Diputados tramite como proposición de ley la propuesta de Ley de Personal que ambas organizaciones registraron este jueves en la Cámara Baja. Para ello, ambas asociaciones, que el pasado septiembre sacaron a miles de guardias civiles a la calle contra las políticas del Gobierno Zapatero, no dudarán en solicitar ayuda a la población civil.
"Los ciudadanos tendrán la oportunidad de ver a los guardias civiles en la calle no sólo para ayudarles, como es de costumbre, ahora también los verán pidiendo ayuda con el fin de recabar las 500.000 firmas necesarias para la tramitación de la proposición de Ley en las Cortes", según adelantó Francisco García Ruiz, presidente de la UO. Por su parte, el secretario general de AUGC, Alberto Moya, destacó el "amplio respaldo interno" que el texto presentado tendría en el seno de la Guardia Civil.
La propuesta presentada por ambas organizaciones, que suman cinco representantes de los quince que las asociaciones profesionales tienen en el Consejo del Instituto Armado, mantiene la naturaleza militar del Cuerpo. Exactamente, en el artículo 2, que dice textualmente: "Son guardias civiles los españoles vinculados al Cuerpo de la Guardia Civil con una relación de servicios profesionales de carácter permanente como miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, dada la naturaleza militar del Instituto en el que se integran, son militares de carrera de la Guardia Civil".
El texto intenta también dar cumplimiento a lo ordenado en la Ley de Carrera Militar, exactamente, en la Disposición Final Séptima de la Ley 39/2007, integrando las escalas de oficiales en una nueva. Este sistema, atendería a la singularidad de la Guardia Civil y a la similitud de funciones entre los oficiales de unas y otras escalas, aunque abordándolo de forma distinta a como se ha hecho en las Fuerzas Armadas, para evitar la problemática que allí se ha producido. El criterio general de integración sería el de empleos y antigüedad en el mismo.
Asimismo, quieren revolucionar la promoción interna en el Instituto Armado, de modo que quien ingrese en la Guardia Civil desde abajo, desde el primer empleo, el de guardia, tendría la posibilidad real y efectiva de llegar al empleo de general, algo que con la actual Ley de Personal sería imposible.
La propuesta de AUGC y UO plantea la desaparición del empleo de alférez, que se concedería únicamente a los alumnos de forma eventual, convirtiéndose entonces el de teniente en el primer empleo de oficial; adaptaría el sistema de enseñanza al Espacio Europeo de Educación Superior, conocido popularmente como Plan Bolonia; y autorizaría la creación del Centro Universitario de la Guardia Civil, adscrito a alguna de las universidades españolas, donde se impartiría formación de postgrado y tutelaría programas de doctorado en materias de interés para los agentes y la seguridad ciudadana.
El texto presentado en el Congreso aboga por que los informes personales de calificación seas "más garantistas" y los evaluados "puedan hacer alegaciones"; al tiempo que propone que la antigüedad pierda fuerza en el sistema de ascensos y que en estos se tomen en consideración los méritos, aptitudes y desempeño profesional de los agentes de los evaluados.
El sistema de retribución también debería ser modificado, según estas dos asociaciones profesionales, que consideran que la equivalencia de la Escala de Cabos y Guardias, a efectos económicos, debería pasar del grupo C1 al B, sin suponer esto aumento de sueldo, pues se podrían reducir los complementos para compensar el aumento del salario base.