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Azpeitia, un feudo del PNV bajo las garras de ANV

La localidad está gobernada en minoría por la franquicia electoral de ETA desde que en junio de 2007.

L D (J. Arias Borque) Tras casi treinta años de gobierno monolítico, el PNV volvió a ser la fuerza política más votada en el municipio, al obtener el 44 por ciento de los votos, y ocho concejales, a tan sólo uno de la mayoría absoluta. Los proetarras de ANV, cuya candidatura no fue anulada en el municipio pese a tener varios candidatos contaminados, fue la segunda fuerza, al obtener el 32 por ciento de los votos y seis ediles. Eusko Alkartasuna obtuvo 2 concejales y la coalición electoral IU-Aralar un electo.

Pese a que parecía claro, sobre el papel, que el PNV accedería a la alcaldía de nuevo, un cambio de cromos de última hora entre ANV y EA, con la colaboración de IU-Aralar, provocó que los de Iñigo Urkullu perdiesen las alcaldías de Azpeitia y Zumallia, que fueron a parar a manos de ANV y EA. Este pacto provocó un fuerte malestar en las direcciones de PNV y EA en Guipúzcoa, que en ese momento estaban pactando un gobierno de coalición en la Diputación Foral del territorio histórico.

La lista presentada por ANV en la localidad tenía, al menos, tres candidatos contaminados, es decir, que concurrieron en lista electorales o bien de partidos ilegalizados en ese momento (HB-EB-Batasuna) o bien de candidaturas que fueron anuladas por ser sucesoras de estas (HB, AuB, Aukera Guztiak...). El primer de estos candidatos contaminados es el propio alcalde de la localidad, Iñaki Errazkin Vitoria, quien en 2003 fue el número dos de Habea, una de las plataformas locales presentadas por ETA en las elecciones municipales en esta localidad, que fue anulada por el Supremo. Cuatro años antes, en las municipales de 1999, ocupó el puesto número 19 en la candidatura de Euskal Herritarrok. Además, fue uno de los candidatos que ANV quería presentar al Senado por Guipúzcoa en las pasadas elecciones generales de marzo de 2008.

 Los otros dos candidatos contaminados de la lista eran José María Galarraga Esnaola y Begoña Elías Olazábal, que acudían en los puestos decimotercero y decimocuarto, respectivamente. Ambos fueron candidatos en la plancha de Euskal Herritarrok en las municipales de 1999, el primero ocupó el séptimo puesto, la segunda, el decimoquinto. Sin embargo el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido decidió que esta fuera una de las listas de los proetarras toleradas en las elecciones municipales.

 En su primera intervención al frente del ayuntamiento, el mismo día que resultó elegido, Iñaki Errazkin quiso recordar la memoria de los terroristas Ángel Otaegi, Dionisio Aizpuru Kurro y Pedro Mari Isart Pelitxo, ya fallecidos, y la de "los presos y huidos" azpeitiarras, en alusión a los etarras oriundos de la localidad que están en la cárcel y a aquellos que todavía forman parte activa de la estructura de la organización terrorista ETA.

Ángel Otaegi Etxebarria, terrorista de ETA, fue fusilado el 27 de septiembre de 1975 en Burgos tras ser condenado por un tribunal militar después de un juicio sumarísimo. Integraba un grupo de ETA que asesinó junto a otros cuatro etarras al Subinspector de la Policía Nacional José Díaz Linares en San Sebastián. El atentado se cometió el 29 de marzo de 1975, cuando el funcionario abandonaba su casa para dirigirse a su puesto de trabajo.

Junto a otro terrorista de ETA y dos miembros de los FRAP está incluido entre los últimos terroristas ejecutados por el franquismo. En marzo de 2008, el propio Errazkin presidió un acto-homenaje al etarra y a los otros cuatro terroristas en el cementerio local de Nuarbe. Allí, señaló que murieron en la "lucha por la libertad" y los calificó como "modelos a seguir", ya que "el compromiso y la militancia con este pueblo" les llevó a "dar su vida", según recoge la crónica de Gara  de el día siguiente.

Dionisio Aizpuru, "Kurro", y Pedro Mari Isart, "Pelitxo", murieron en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad en Pasajes (Guipúzcoa). Los dos terroristas, pertenecientes a los llamados Comandos Autónomos Anticapitalistas, habían participado semanas antes en el asesinato del senador del PSE Enrique Casas. El primer edil azpeitiarra, que tiene un sueldo de 30.910 euros brutos al año, fue uno de los alcaldes proetarras que desafiaron a la justicia y dieron una rueda de prensa en una plaza de Mondragón para protestar por el encarcelamiento de la alcaldesa de esa localidad, Inocencia Galparsoro.

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