Sin relación alguna con la Armada, sin oficio o cargo alguno que justifique la medida, Aurora Díaz Abella, la esposa del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, amadrinó este viernes en Santander al Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Cantabria.
Precisamente, a solicitud de su marido, el presidente regional, el buque recibió el nombre de Cantabria, como muestra de "la estrecha relación que ha existido a lo largo de la historia entre la Armada y esta comunidad autónoma ", según informaciones del propio ministerio de Defensa.
A la ceremonia de entrega de la bandera asistió también la ministra de Defensa, Carmen Chacón; el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez; el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante Manuel Rebollo García; el presidente del Parlamento de Cantabria, Miguel Ángel Palacio; y el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna.
Con la recepción de la bandera de combate, el BAC Cantabria queda al servicio de la Armada y aumenta así la operatividad de la misma, pues estos buques, destinados a la logística, permiten llevar a cabo operaciones sostenidas en el tiempo en escenarios geográficos lejanos, lo que proporciona autosuficiencia logística a la fuerza naval.
De hecho, según datos del ministerio de Defensa, el apoyo que podría proporcionar este barco –apoyo sanitario, alimentos, repuestos y abastecimiento de combustible– a una fuerza naval de cinco buques, con sus correspondientes unidades aéreas, haría que la misma pudiese permanecer en alta mar durante 50 días en tiempo de paz, y hasta 10 días en caso de combate.
Según dijo Carmen Chacón durante la ceremonia, "sólo Estados Unidos, Francia y Reino Unido disponen de naves con una capacidad similar". "Lo que distingue a las mejores flotas son los buques de apoyo logístico, porque sirven de multiplicador de la fuerza naval", añadió.
Construido en los astilleros de Navantia en la localidad gaditana de Puerto Real, el BAC Cantabria fue botado el pasado 21 de junio de 2008, y fue entregado a la Armada el 29 de julio de 2010 en la base de Rota (Cádiz). Durante sus primeros meses, estuvo realizando evaluación operativa de equipos y sistemas, fue sometido a un crucero de resistencia y efectuó mediciones acústicas y calibración magnética. Al mismo tiempo, la dotación, encabezada por el capitán de navío Ramón de Leste Contreras, recibió un intenso adiestramiento para poder superar la calificación operativa e integrarse plenamente en la flota.