Doble vara de medir. Es lo que mejor resume la intencionalidad política con la que el Gobierno pretende sacar adelante un protocolo para blindar el Desfile de la Fiesta Nacional. El objetivo, según ha explicado hoy la vicepresidenta primera del Gobierno, tras el Consejo de Ministros, es el de "evitar que la Fiesta Nacional, que es una fiesta de todos, se convierta en la fiesta de unos pocos". En otras palabras: acallar las pitadas y abucheos contra Zapatero que protagonizaron el pasado lunes la Fiesta de la Hispanidad.
"En todo caso yo quiero señalar que no se trata en ningún caso de cercenar la libertad de expresión ¡hasta ahí podíamos llegar!", se ha defendido María Teresa Fernández de la Vega explicando que este derecho constitucional "está garantizado los 365 días del año y además hay muchos ámbitos y foros para poder ejercerla y expresarla". Es decir, que al parecer esta libertad de expresión se circunscribe sólo a estos ámbitos y foros.
La cuestión es si este "protocolo" se limita al Desfile de la Fiesta Nacional o se va a aplicar también en otras celebraciones en las que los abucheos y pitadas se hayan convertido en un problema semejante. Es el caso de la Diada donde estas manifestaciones ciudadanas no se limitan a las pitadas y gritos contra dirigentes políticos sino que, en ocasiones, han degenerado en agresiones, lanzamiento de huevos y ataques a sedes de partidos políticos. Es precisamente ésta la pregunta que Libertad Digital le formulaba a la vicepresidenta primera.
"Es que no me parece, no es una cuestión que ahora... ", respondía a la defensiva la Portavoz del Gobierno. "Es que de verdad no está planteado porque no... el problema ha surgido ahí y lo que queremos es abordarlo...". En resumen: que no se controlarán las manifestaciones populares en Cataluña donde las principales agresiones las han sufrido dirigentes del PP, pero sí se limitarán las expresiones ciudadanas en el Desfile donde el principal afectado es el presidente Zapatero.
Un recuerdo para Rajoy
Desde la mesa del Consejo de Ministros, donde la portavoz del Gobierno ha apelado en numerosas ocasiones a la "prudencia y neutralidad propia del Gobierno" para evitar hablar de su partido, De la Vega ha criticado a los dirigentes del PP que han demostrado "falta de sentido institucional" por no criticar la protesta del lunes que "estaba fuera de lugar".
En este sentido, ha tenido un recuerdo para Mariano Rajoy. "Quiero recordar su opinión sobre la fiesta, el desfile, y que no fue nada delicada su expresión", señalaba en referencia al "coñazo" que se le escapó al líder del PP en un micrófono abierto.