L D (EFE) La nota de prensa difundida por el Gobierno de Navarra precisa que la Policía Foral "sospecha que los incidentes estaban perfectamente organizados ya que se cometieron simultáneamente en el interior y en el exterior del Ayuntamiento y se conoce del llamamiento hecho en localidades próximas por el entorno de Batasuna para acudir" a una manifestación, por lo que se había reforzado el habitual dispositivo de seguridad.
Los hechos ocurrieron a primeras horas de la noche de este viernes y en los mismos resultó alcanzado por un cohete pirotécnico un mando de la Policía Foral que necesitó posteriormente asistencia sanitaria. Los detenidos, de 44 y 35 años, están acusados de ser autores de los delitos de desordenes públicos, desobediencia, resistencia y atentado a la autoridad. El martes deberán comparecer ante el juez.
Los incidentes comenzaron al inicio del pleno, cuando un grupo de unas 70 personas realizó una manifestación "no autorizada" y encabezada por una pancarta en la que se llamaba fascistas a los miembros de la Coalición Independiente de Olazagutía y del PSN-PSOE. Los manifestantes profirieron "diversos insultos y lanzaron material pirotécnico y botes de humo" a los agentes de seguridad desplegados en el exterior de la Casa Consistorial.
La Policía Foral repelió la agresión con material antidisturbios, al tiempo que conseguía abrir al tránsito la calle Mayor de Olazagutía y se incautaba de parte del material empleado por los manifestantes. Los incidentes se prolongaron durante hora y media, tiempo en que grupúsculos de proetarras concentrados en las inmediaciones del Ayuntamiento intentaron acceder al consistorio "por la fuerza" para lo cual "lanzaron a los policías botellas, piedras y cohetes".
En un momento dado, señala el Gobierno, una concejal del PSN-PSOE se asomó a un balcón del consistorio para "pedir auxilio después de ser agredida". Este hecho motivó la entrada de los agentes de la Policía Foral en el edificio para apoyar a los escoltas que se encontraban en el interior al cargo de la seguridad de los concejales y que ya para entonces "habían forcejeado con un grupo de simpatizantes de la extinta Batasuna que increpaban e intentaban agredir a sus protegidos".
Fue entonces cuando los agentes de la Policía Foral detuvieron a las dos personas y una vez finalizado el pleno tuvieron que proteger a los ediles de CIO, incluida la alcaldesa, y del PSN-PSOE hasta sus domicilios, un recorrido durante el cual se repitieron "las amenazas y gritos por parte de personas del entorno abertzale".
Los hechos ocurrieron a primeras horas de la noche de este viernes y en los mismos resultó alcanzado por un cohete pirotécnico un mando de la Policía Foral que necesitó posteriormente asistencia sanitaria. Los detenidos, de 44 y 35 años, están acusados de ser autores de los delitos de desordenes públicos, desobediencia, resistencia y atentado a la autoridad. El martes deberán comparecer ante el juez.
Los incidentes comenzaron al inicio del pleno, cuando un grupo de unas 70 personas realizó una manifestación "no autorizada" y encabezada por una pancarta en la que se llamaba fascistas a los miembros de la Coalición Independiente de Olazagutía y del PSN-PSOE. Los manifestantes profirieron "diversos insultos y lanzaron material pirotécnico y botes de humo" a los agentes de seguridad desplegados en el exterior de la Casa Consistorial.
La Policía Foral repelió la agresión con material antidisturbios, al tiempo que conseguía abrir al tránsito la calle Mayor de Olazagutía y se incautaba de parte del material empleado por los manifestantes. Los incidentes se prolongaron durante hora y media, tiempo en que grupúsculos de proetarras concentrados en las inmediaciones del Ayuntamiento intentaron acceder al consistorio "por la fuerza" para lo cual "lanzaron a los policías botellas, piedras y cohetes".
En un momento dado, señala el Gobierno, una concejal del PSN-PSOE se asomó a un balcón del consistorio para "pedir auxilio después de ser agredida". Este hecho motivó la entrada de los agentes de la Policía Foral en el edificio para apoyar a los escoltas que se encontraban en el interior al cargo de la seguridad de los concejales y que ya para entonces "habían forcejeado con un grupo de simpatizantes de la extinta Batasuna que increpaban e intentaban agredir a sus protegidos".
Fue entonces cuando los agentes de la Policía Foral detuvieron a las dos personas y una vez finalizado el pleno tuvieron que proteger a los ediles de CIO, incluida la alcaldesa, y del PSN-PSOE hasta sus domicilios, un recorrido durante el cual se repitieron "las amenazas y gritos por parte de personas del entorno abertzale".