Recuerdo que Rajoy fundamentó su viraje al “centro” (en realidad, al tancredismo político) por aquello de sumar votos. Los hechos demuestran que tal “estrategia” ha tenido por resultado la pérdida de votos.
Aventaja al PSOE en intención de voto, no por sus méritos, sino por los deméritos de Zapatero, hoy en franco descrédito general.
Al PSOE le bastaría, para volver a ganar a Rajoy, cambiar de candidato en el último momento para recuperar una buena masa de sus votos hoy perdidos (los que se abstendrían si se presentara ZP).
Y en Génova, en vez de morirse de vergüenza, se relamen y se frotan las manos.
A Rajoy le toca un pie si su imagen no es lo positiva que debería. Se consuela pensando que la de Zapatero por fin es peor que la suya, aunque haya tomado 6 años de desgobierno y mandar a más de 4 millones de trabajadores al paro.
No puedo cantar victoria porque un partido socialista como el de Rosa Díez sea el que más repunta.
Lo que quiero es que vuelva Aznar. Formando equipo con Espe y Manuel Pizarro.