(Libertad Digital) Abdelkrim Benesmail –también llamado Beresmail– es uno de los presos islamistas de la cárcel de Villabona que han sido aislados en su celda por estar implicado en la célula terrorista que pretendía volar la Audiencia Nacional. Cuando la Policía fue a desalojarle de la celda para proceder al registro, un funcionario de prisiones observó que llevaba algo en los bolsillos que suscitó sus sospechas. Por ello, le ordenó que vaciase todo el contenido y descubrió la anotación manuscrita con los nombres de los etarras Henri Parot y Harriet Iragi.
Nada más conocerse esta noticia, la agencia EFE publicó un teletipo en el que “fuentes policiales” aseguraban que ya habían investigado si se había producido algún tipo de contacto entre Benesmail –lugarteniente del emir y suicida de Leganés Allekema Lamari– y los etarras Parot e Iragi y concluyeron que no existió relación alguna. No dijeron más.
"Uña y carne" con los etarras
El diario El Mundo parece que ha investigado un poco más que esas “fuentes policiales” y este lunes informa de que Benesmail se relacionaba “casi en exclusiva” con presos etarras. Los funcionarios de Villabona recuerdan que el terrorista argelino del GIA y los internos de ETA “eran uña y carne. Salían juntos al patio, realizaban las actividades juntos y compartían consignas. La relación entre ellos era muy estrecha”.
En concreto, Benesmail trabó gran amistad en Villabona con el etarra Juan María Igarataundi. Se de la circunstancia de que el argelino, obsesionado con la actualidad informativa, pidió una televisión a los internos etarras para ver cómo los dos aviones se estrellaban contra las Torres Gemelas el 11-S. Además, desde primera hora de la mañana ya buscaba el periódico para enterarse de lo que sucedía en Irak o Palestina. “Comenta la prensa con los etarras. Se intercambian los periódicos. Gara circula por las celdas”, recuerda uno de los funcionarios de prisiones. Además, los trabajadores escuchaban “cómo entre ellos se llamaban hermanos” y se decían “que aproveche la comida, hermano”.
En Villabona, Benesmail coincidió también con el proetarra de Jarrai Jose Luis Camarero, que dijo de él: “Es la leche. Es un tío superserio. Este es de los que, en cuanto salga, va con una bomba encima. Yo me llevo superbien con él. Todo lo que sea guerra, de puta madre. Para él hay cosas que nosotros hacemos muy mal. Según él, tu pones la bomba y no tienes que avisar. Tiene que haber muchos muertos. Y ésa es la historia, otro concepto. Mira lo que han hecho... Para mí, chapeau”. Aludía a los atentados del 11-S.
Amigo del asesino de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica
Antes de ingresar en la cárcel de Villabona, Abdelkrim Benesmail estuvo cuatro años en Ocaña 1, donde los funcionarios también recuerdan la gran camaradería que mantenía con los reclusos de ETA. Entre sus amigos, Valentín Lasarte, asesino de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica, y Fernando Elejalde, condenado por matar a un funcionario de prisiones. Según los funcionarios, era frecuente ver al terrorista del GIA llevar café o Coca Cola a los etarras porque “tenían muy buena relación” y “era como uno de ellos”.