La casa de Morata había sido alquilada por los terroristas islámicos un año antes de los atentados y fue aquí donde se confeccionaron y activaron los artefactos explosivos empleados en la masacre. También en este lugar los terroristas celebraron una fiesta el día después de los atentados.
Desde la vivienda salió la noche del 22 de marzo un pequeño camión cargado con los explosivos que no se habían colocado en los trenes que estallaron en las estaciones de Santa Eugenia, El Pozo y Atocha y que se utilizaron después en la explosión del piso de la calle de Carmen Martín Gaite de la localidad madrileña de Leganés en la que se suicidaron siete terroristas. No hay respuesta todavía a por qué los asesinos se mudaron al piso de Leganés aunque llama la atención que lo hicieran sólo cuatro días antes de que la Polícia localizara la vivienda de Morata.
El traslado de esos explosivos fue dificultoso, según han podido constatar los investigadores, ya que el camión quedó atascado en el barro en el camino conocido como de la Veredilla, por el que se accede a la casa. De hecho, el vehículo permaneció allí toda la noche y el supuesto coordinador de los atentados, Serhane Ben Abdelmajid, "El Tunecino", muerto en el suicido de Leganés, tuvo que desplazarse con una motocicleta para pedir ayuda a sus compañeros que, a la mañana siguiente, consiguieron sacar el camión y llevarlo a su destino.
La casa de Morata fue localizada sólo cuatro días después de estos hechos, el 26 marzo, y en ella se encontraron detonadores y restos de dinamita goma 2 Eco, además de efectos personales de cuatro de los terroristas que murieron posteriormente en Leganés.
Un cadáver de los terroristas suicidas sin identificar
De los siete fallecidos en esta localidad madrileña, seis ya han sido identificados, y entre los nombres que se barajan para el séptimo cadáver figuran los participantes en el encuentro de Estambul en 2001: Said Berraj y Amer Azizi. Ambos están en paradero desconocido, ya que el primero escapó cuando, en noviembre de 2001, fue desarticulada la célula española de Al-Qaeda.
Berraj no es el único de los autores materiales del 11-M vinculado con Azizi, ya que el número de teléfono de éste ya fue encontrado por el juez Baltasar Garzón cuando, en agosto de 2001 y a petición de Francia, registró el domicilio en Madrid de Jamal Zougam, detenido el 13 de marzo y reconocido por varios pasajeros de los trenes que explotaron.