(Libertad Digital)
Aunque las campañas electorales de Madrid y Cataluña todavía no han arrancado, populares y socialistas aprovechan sus comparecencias diarias en busca de
titulares vacacionales
para preparar el terreno. Las contradicciones del PSOE son el principal argumento del PP. La última, la que ha puesto de manifiesto este mismo lunes el
barón
José Bono, presidente autonómico de Castilla La Mancha.
Poco antes de que, desde Ferraz, Jesús Caldera insistiera por enésima vez en la necesidad de investigar la “trama político-inmobiliario-financiera de la Asamblea de Madrid”, el presidente de Castilla-La Mancha volvía a dejar en evidencia la estrategia del PSOE. José Bono señalaba la necesidad de “pasar página” tras la “desvergüenza” de Madrid y el “grave error” cometido por los socialistas madrileños.
Bono se desmarca de la estrategia de Ferraz
Para el PP, como ha recordado su coordinador de Formación, Gabriel Elorriaga, las declaraciones de Bono no son más que la prueba de la falta de cohesión y criterio único en el PSOE. “Sería deseable que Zapatero y Caldera siguiesen este sabio consejo y dejasen de confundir a la opinión publica”, ha dicho Elorriaga. Pero no es la única evidencia. También el dirigente popular ha expuesto que, frente a lo que sostenía este domingo Zapatero, que negaba que su partido se planteara la aplicación del artículo 152 (que contempla la delegación de competencias de la Administración central a las autonómicas, como en materia de Justicia o Inmigración), la postura de Maragall es diametralmente opuesta. El líder del PSC reclama continuamente estas competencias.
Todo esto no es más, sostiene Elorriaga, que el fruto de los “gravísimos problemas internos” del PSOE, desde Madrid hasta Marbella, pasando por la apuesta nacionalista de Maragall en Cataluña, las alianzas por encima del Pacto Antiterrorista en Navarra o el plan alternativo del PSE a las propuestas de Ibarretxe en el País Vasco, sin olvidar la guerra interna abierta en la Federación Socialista Madrileña, que se saldó, de momento, con la espantada de Eduardo Tamayo y Maite Sáez en la Asamblea de Madrid, con las consecuencias que ha tenido dicha decisión.
Malabares en el País Vasco
Sobre la confirmación, por parte de Zapatero, de que el PSOE no hará un frente común con el PP al “Plan Ibarretxe”, Elgorriaga ha lamentado que el secretario general del PSOE haya “desistido de construir una alternativa democrática”. A su juicio, la deriva nacionalista del PSOE es consecuencia de falta de iniciativa y determinación del propio Zapatero, que basa su política en la “contradicción permanente y buscando equilibrios entre posturas irreconciliables”.
El ministro de Justicia también se ha manifestado sobre la postura del PSOE ante el “Plan Ibarretxe”. José María Michavila cree que es otra manifestación de la “debilidad” de este partido, al que ha pedido “firmeza, coherencia y convicciones para seguir al lado del PP”. Para el ministro, el PSOE “debe ser consciente de que encontrar una tercera vía a ese plan es hacer el juego precisamente a Ibarretxe”.
Poco antes de que, desde Ferraz, Jesús Caldera insistiera por enésima vez en la necesidad de investigar la “trama político-inmobiliario-financiera de la Asamblea de Madrid”, el presidente de Castilla-La Mancha volvía a dejar en evidencia la estrategia del PSOE. José Bono señalaba la necesidad de “pasar página” tras la “desvergüenza” de Madrid y el “grave error” cometido por los socialistas madrileños.
Bono se desmarca de la estrategia de Ferraz
Para el PP, como ha recordado su coordinador de Formación, Gabriel Elorriaga, las declaraciones de Bono no son más que la prueba de la falta de cohesión y criterio único en el PSOE. “Sería deseable que Zapatero y Caldera siguiesen este sabio consejo y dejasen de confundir a la opinión publica”, ha dicho Elorriaga. Pero no es la única evidencia. También el dirigente popular ha expuesto que, frente a lo que sostenía este domingo Zapatero, que negaba que su partido se planteara la aplicación del artículo 152 (que contempla la delegación de competencias de la Administración central a las autonómicas, como en materia de Justicia o Inmigración), la postura de Maragall es diametralmente opuesta. El líder del PSC reclama continuamente estas competencias.
Todo esto no es más, sostiene Elorriaga, que el fruto de los “gravísimos problemas internos” del PSOE, desde Madrid hasta Marbella, pasando por la apuesta nacionalista de Maragall en Cataluña, las alianzas por encima del Pacto Antiterrorista en Navarra o el plan alternativo del PSE a las propuestas de Ibarretxe en el País Vasco, sin olvidar la guerra interna abierta en la Federación Socialista Madrileña, que se saldó, de momento, con la espantada de Eduardo Tamayo y Maite Sáez en la Asamblea de Madrid, con las consecuencias que ha tenido dicha decisión.
Malabares en el País Vasco
Sobre la confirmación, por parte de Zapatero, de que el PSOE no hará un frente común con el PP al “Plan Ibarretxe”, Elgorriaga ha lamentado que el secretario general del PSOE haya “desistido de construir una alternativa democrática”. A su juicio, la deriva nacionalista del PSOE es consecuencia de falta de iniciativa y determinación del propio Zapatero, que basa su política en la “contradicción permanente y buscando equilibrios entre posturas irreconciliables”.
El ministro de Justicia también se ha manifestado sobre la postura del PSOE ante el “Plan Ibarretxe”. José María Michavila cree que es otra manifestación de la “debilidad” de este partido, al que ha pedido “firmeza, coherencia y convicciones para seguir al lado del PP”. Para el ministro, el PSOE “debe ser consciente de que encontrar una tercera vía a ese plan es hacer el juego precisamente a Ibarretxe”.