L D (Europa Press) Ibarra volvió este jueves a la actividad política afirmando que se encuentra en plenas condiciones y avanzando que continuará con su trabajo "a tope" porque el infarto de miocardio que sufrió el pasado 7 de noviembre en Madrid no le ha dejado ninguna secuela. En una rueda de prensa convocada en la Asamblea de Extremadura, donde asistía al Pleno en el que se debaten las enmiendas parciales a los Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2006, dijo que ha seguido "desde la barrera" los asuntos más importantes de la política nacional y regional. Al respecto, dijo que el discurso nacionalista ha entrado en la sociedad española y en los medios de comunicación como un "cañón", sin que nadie lo esté rebatiendo, y que a pesar de la reducida representatividad de sus formaciones políticas "nos está ganado la batalla".
Sobre este asunto, Rodríguez Ibarra comentó que el discurso nacionalista "está calando" también en el PP, ya que, a su juicio, desde la dirección del Partido Popular "se han dado órdenes a las comunidades autónomas en las que gobierna para que no modifiquen un solo estatuto hasta ver cómo queda el de Cataluña". Así, argumentó que, en el caso de que el nuevo Estatuto catalán rompiese la unidad de España, "el PP diría que se apuntan todas sus comunidades a romper la unidad de España".
El presidente extremeño criticó con dureza al nacionalismo que "aborrece y combate", y recordó que hace dos años aseguró que "era mejor pactar con CIU que con Esquerra". "Ahora hay personas que piensan que quizás no fue un gran acierto pactar con esa criatura llamada Carod Rovira", añadió. Además, lamentó que partidos con escasa representación parlamentaria, en alusión a ERC, "se permitan el lujo de ir por la vida acusando a los demás de estar asustados. Uno que no tiene nada dice que el PSOE está asustado y el que estará asustado será usted, que no tiene nada, unos cuantos diputados".
Críticas al PP
Gran parte de culpa de la situación actual la tiene "la derecha increíble" que existe hoy en España, que según Ibarra, surgió "porque hicimos una transición como la hicimos. Si hubiéramos hecho una transición de otra manera seguramente tendríamos una derecha distinta, menos osada y atrevida, y más centrista y centrada". Así, aventuró dos posibles salidas al conflicto con los nacionalismos en España. En primer lugar señaló que los dos partidos políticos mayoritarios en el país tendrían que negociar los temas trascendentales que afecten al estado. En segundo lugar, comentó que debería consolidarse un "gran acuerdo" entre PSOE y PP para decir que "no nos van a asustar ni a acongojar partidos minoritarios que no tienen nada más que cuento y discurso".