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Interrupción forzosa de la historia de Videoplaning: premio a Zarrías, 5

A Zarrías, Gaspar, le han dado el premio FECAC a la labor sociopolítica.

De dicha productora  son accionistas nada menos que un ex vicepresidente de la Junta, y amigo de Gaspar Zarrías, por cierto (si es que Zarrías tiene amigos, cosa que muchos dudan) y un ex director general del Ente Público Radio Televisión Andaluza, que controla Canal Sur Radio y Televisión. Como saben, Zarrías fue el gran "hermano", no Abel, sino Caín, de la televisión andaluza prácticamente desde su fundación y ha sido responsable de  casi todo lo que en ella ha ocurrido, desde sus primeros escándalos hasta los últimos. FECAC son las siglas de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña y está presidida por Francisco García Prieto, un secuaz de Montilla. ¿Cómo va a extrañarnos este premio?

Que Francisco García Prieto es un instrumento de Montilla lo contó él mismo en El Mundo antes de las elecciones catalanas de 2003. Según el personaje, declinó la oferta de Maragall el grande para formar parte de sus listas al Parlamento de Cataluña, pero le indicó a don Pascual "la necesidad de que el primer secretario del PSC, José Montilla, vaya de número dos en la lista al Parlament. El presidente del PSC le aseguró que se mantiene en la idea de que sea Manuela de Madre quien le siga en la lista, para aprovechar el tirón electoral de la ex alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, muy comprometida con el proyecto de Maragall." Ole.

Por si fuera poco, añadió: "las bases del partido, las que dan las mayorías absolutas a los alcaldes de las grandes ciudades del área metropolitana, «se refieren siempre al PSOE y votan al PSOE aunque sepan que aquí es el PSC y esas bases, precisamente, son las que se identificaban con José Montilla, máximo dirigente del aparato del partido".

Recuerden que aquellas elecciones fueron el paritorio del Tripartito que inauguró la dominación ultranacionalista en Cataluña haciendo que el PSOE, presidente del gobierno de España incluso, promovieran el Estatuto a todas luces inconstitucional ante el que tragaron Maragall, Montilla, Zapatero y Chaves.

Para vergüenza de las entidades culturales andaluzas, lo que en 1998 se consideraba absolutamente necesario, es decir, que las rotulaciones públicas en Cataluña fueron en catalán y en castellano, ya no las exige el maestro García Prieto. Entonces, de la mano de la delegada del gobierno del PP y dado que en Cataluña gobernaba Maragall, el premiador de Zarrías decía que la rotulación sólo en catalán que exigía Pujol era un "fallo" del gobierno catalán de entonces. Es más, alertó sobre "el peligro de crear polémicas innecesarias porque Cataluña es bilingüe, son dos lenguas las que tiene que haber, ni una más ni una menos: catalán y castellano, castellano y catalán".

Incluso defendió la propuesta del PP de rotular en catalán y castellano las dependencias públicas de la Generalidad ya que esa decisión "está bien porque se trata de una cuestión que está contemplada en la nueva ley del catalán". Y añadió: "El PP no pide nada nuevo, pide lo que ya contempla la ley, el bilingüismo, que debe ser perfecto. Si hay personas que no saben leer en catalán que lean en castellano".

Sin embargo, a la vez decía que iba a pedir a Pujol  que  aplicase la nueva ley lingüística con "tranquilidad y paciencia para que la gente pueda entender el catalán, pero sin prisa". Su argumento fue de aurora boreal: "Entendemos que la ley está aprobada y no queremos ir en contra, aunque hay puntos en los que no estamos a favor, entre otros las cuotas y sanciones por su incumplimiento".

O sea, con flores a María y con flores a Belcebú. Todo un clásico. Francisco García Prieto lleva 16 años en su cargo de presidente de la FECAC y parece que por el camino que va, podría ser eterno, como la condenación infernal. Desde que Maragall inauguró el "tripartito", ¿ha oído alguien decir algo a García Prieto y su burocracia subvencionada andaluza sobre la imposición del bilingüismo que denunció? NO. Es que ahora es Montilla, su amigo, el verdugo.

Cipayo es una palabra de origen persa que se refiere al "Soldado indio de los siglos XVIII y XIX al servicio de Francia, Portugal y Gran Bretaña", pero que popular y despectivamente significa "secuaz a sueldo". Un cipayo es, pues, un traidor a la propia cultura, a la propia idiosincrasia, a la propia alma por un sueldo. A algunos les cuadra perfectamente el sustantivo.

El premio a Zarrías

Zarrías, habitual muñidor de innumerables fechorías políticas, es quien ha estado detrás de las decisiones sobre los "andaluces en el exterior". No sabemos si ha sido por haber caído en desgracia de la mano de Griñán el motivo de que le den este premio de consolación a la labor sociopolítica. Lo cierto es que Zarrías ha tenido que ver, de una manera o de otra, con las siguiente subvenciones al FECAC, según el BOJA:

Como FECAC (aparece con varios nombres, por lo que es difícil rastrear las ayudas)

1996: 1, 8 millones de pesetas
2007: 80.200 euros
2009: 71.000 euros

Como Federación Entidades Cataluña:

1992: 7 millones de pesetas
1994: 7.5 millones de pesetas
1994: 2 millones de pesetas
1994: 2 millones de pesetas
1994: 2,5 millones de pesetas
2004: 24.000 euros

A esto, por no seguir buscando más, habría que añadir lo que atiza Montilla a la caja de la Federación. Dos ejemplos:

·  DOGC núm. 4197 - 16/08/2004 (Pàg 15540)
... 2 Federación de Entidades Culturales Andaluzas de Cataluña (FECAC). El 2 de maig de l'any 2004 se li va concedir un ajut de 89.000 ...
http://www.gencat.cat/diari/4197/04187073.htm - 4k - 16/08/2004

·  DOGC núm. 3939 - 04/08/2003 (Pàg 15765)
... 4 Federació d'Entitats Andaluses de Catalunya (FECAC): el 24 de febrer de 2003 se li va concedir un ajut de 83.000,00 euros, amb càrrec a l'aplicació 480.03 ...
http://www.gencat.cat/diari/3939/03188060.htm - 5k - 04/08/2003

O sea.

Claro, de este modo, no es de extrañar que le den un premio al señor Zarrías, el que votó con los pies y con las manos, el que intervino en la estructuración de un PSOE B en Andalucía que motivó las iras de Alfonso Guerra que se cargó a Borbolla, el que organizó Canal Sur de modo que parece una televisión privada del PSOE más que una televisión pública pagada con el dinero de todos, el que ha insultado no una, no dos, no treinta veces a la oposición y a Javier Arenas (a este le llamó ladrón al afirmar que se la había llevado de Cárnicas Molina, por poner un ejemplo) y el que ha plagado de insidias el propio PSOE.

Y para no cortar el hilo con la historia de Videoplaning, digamos que Zarrías mantuvo a su primo, José Carlos Alarcón Arévalo, durante años al frente del Departamento clave que decidía quién tenía y quién no licencias de radio y televisión. Y para tener controlados a sus altos cargos de la RTVA consideró de buen gusto que su prima política, la esposa del anterior, estuviese de secretaria del director general del ente. Para otros familiares, vea y lea en nuestra Tela de Araña el capítulo dedicado a Zarrías.

Merecido premio, vive Dios, de otro hilo de la tela de araña, el de las entidades culturales andaluzas en Cataluña.

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