CiU quiere que el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo) "garantice la protección a los trabajadores que se hayan sentido amenazados o estén bajo un régimen de miedo", mientras que la Agencia de Protección de Datos debería "analizar si puede haber habido un uso fraudulento de datos protegidos por la ley" en el envío de cartas a trabajadores de la Generalidad por parte de ERC, a la que ha acusado de querer actuar como una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) dentro del gobierno.
En cuanto al conseller de Gobernación, CiU le pide que, como máximo responsable de la función pública catalana, inste al cuerpo de inspectores de la función pública que dependen de su consejería a intervenir, "desde el criterio de que se han vulnerado las relaciones laborales y los mecanismos y las garantías de la administración de la Generalitat" y, además, "convoque urgentemente la mesa de la función pública de Cataluña y se aborde este caso". "Si ha habido gente que ha visto restringidas sus posibilidades de promoción laboral y profesional, si ha habido gente que ha visto extinguida su relación laboral, ¿cómo se quiere que en el momento en que todo esto ha aflorado no haya aún más amenazas para que no haya nadie que lo denuncie?", ha alertado.
El portavoz del grupo de ICV-EUiA, Joan Boada, ha insistido en que se debe investigar la polémica y ha acusado a ERC de "salpicar a todo el mundo" con sus reacciones en la polémica. Boada ha remarcado que "desde ICV lo que sea ha dicho es que no era ni justo ni equilibrado que el secretario de Presidencia y secretario de organización de ERC fuera quien firmara las cartas dirigidas a personas de la administración, fueran o no militantes de ERC, nada más". A juicio de Boada, debe saberse "si ha habido consecuencias negativas para quien se ha negado a cumplir lo que decía la carta", y a partir de ahí, "si no ha pasado nada, estupendo; si ha pasado, se han de asumir responsabilidades".
Sirera denuncia un gobierno "instalado en la crisis permanente"
El portavoz adjunto del PPC, Daniel Sirera, ha acusado a Vendrell, de "hacer callar a la oposición" y de tener "tics antidemocráticos y autoritarios", después de que Vendrell lamentara la participación de la oposición en una campaña de "asedio" a ERC. En rueda de prensa en el Parlament, Sirera aseguró que es "absolutamente impresentable" que Vendrell se pregunte "cómo hacer para que algunos dirigentes, entre ellos yo, nos callásemos de una vez y dejásemos trabajar tranquilo al tripartito".
"Estamos ejerciendo un derecho constitucional de control del gobierno", señaló Sirera en respuesta a las declaraciones de Vendrell, quien horas antes había opinado que "nos han hecho pelear entre distintos departamentos del gobierno" y se había preguntado: "¿Por qué no nos dejan gobernar tranquilos?". Sirera opinó además que "todo el mundo coincide en el hecho de que Vendrell no puede continuar con sus responsabilidades", y precisó que no sólo se refería a la oposición, sino también a "miembros destacados del gobierno tripartito". En opinión del portavoz del PP, el tripartito catalán es un gobierno "instalado en la crisis permanente", y para demostrarlo ha detallado las "crisis" abiertas en el seno del gobierno catalán -más de una quincena, según el PPC- desde el inicio de la legislatura.