(Libertad Digital) En el adelanto de la obra que publica este domingo El País , destacan algunas de las reflexiones del ex presidente de la Junta de Extremadura sobre temas como el sistema autonómico o el papel del PSOE en la historia democrática de España:
"Los socialistas hemos llegado al Gobierno tras dos catástrofes nacionales: el 28 de octubre, tras el golpe de Estado del 23-F (…) y el 14 de marzo de 2004, tras el atentado islamista del 11-M en Madrid", dice Ibarra. Una frase le sirve para "deducir" que " la izquierda es llamada a dirigir cuando corremos el riesgo de que el caos se apodere del país ".
También sostiene Ibarra que "siempre" pensó que " para Aznar, las autonomías eran el cubo de basura donde se tiraba el desperdicio ; que nunca creyó en ellas". También habla de nacionalismo al aludir a Pasqual Maragall , a quien, dice, tiene un gran "cariño". "Yo defendía a mi región desde la lealtad constitucional, mientras que Pasqual lo hacía desde el nacionalismo desleal con la Constitución y perjudicial para el discurso de los socialistas españoles".
En su biografía, y también en la entrevista, deja traslucir una queja por la renovación impuesta por Zapatero en la Ejecutiva del PSOE, de la que han desaparecido todos los barones del felipismo excepto Manuel Chaves . Según Ibarra, el presidente "ha despedido" a personas como él mismo "porque el proceso de descentralización iniciado (…) es tan intenso que habría sido un suicidio hacerlo con los barones al viejo estilo ".
Cuenta Ibarra al periodista de El País que, de hecho, en los últimos tiempos, "cuando llegaba a la Ejecutiva socialista me sentaba y me preguntaba: "¿Dónde están mis amigos?". "Te encuentras con gente de otra generación", lamenta al tiempo que advierte que "meter gente nueva no es garantía de innovación. Para Ibarra, " ahora la fotografía del partido es heterogénea: jóvenes, mujeres… pero el discurso es muy homogéneo ".
También tiene tiempo de hablar de Rajoy, al que no ve líder, le compara con Almunia, y sostiene que "ni se lo creen ni les gusta". Vaticina que no llegará a las próximas elecciones . De Chaves, afirma: "Si él dice este río es mío, ¿en qué se diferencia del nacionalismo?"
Sus últimas reflexiones son para el futuro de su partido y el socialismo en general, materia en la que sí parece coincidir con Zapatero. Para Ibarra, "el proyecto socialdemócrata tiene un futuro esplendoroso". " En 1989 se hunde el comunismo, y en 2008, el capitalismo; lo único que queda es la socialdemocracia ", celebra.
"Los socialistas hemos llegado al Gobierno tras dos catástrofes nacionales: el 28 de octubre, tras el golpe de Estado del 23-F (…) y el 14 de marzo de 2004, tras el atentado islamista del 11-M en Madrid", dice Ibarra. Una frase le sirve para "deducir" que " la izquierda es llamada a dirigir cuando corremos el riesgo de que el caos se apodere del país ".
También sostiene Ibarra que "siempre" pensó que " para Aznar, las autonomías eran el cubo de basura donde se tiraba el desperdicio ; que nunca creyó en ellas". También habla de nacionalismo al aludir a Pasqual Maragall , a quien, dice, tiene un gran "cariño". "Yo defendía a mi región desde la lealtad constitucional, mientras que Pasqual lo hacía desde el nacionalismo desleal con la Constitución y perjudicial para el discurso de los socialistas españoles".
En su biografía, y también en la entrevista, deja traslucir una queja por la renovación impuesta por Zapatero en la Ejecutiva del PSOE, de la que han desaparecido todos los barones del felipismo excepto Manuel Chaves . Según Ibarra, el presidente "ha despedido" a personas como él mismo "porque el proceso de descentralización iniciado (…) es tan intenso que habría sido un suicidio hacerlo con los barones al viejo estilo ".
Cuenta Ibarra al periodista de El País que, de hecho, en los últimos tiempos, "cuando llegaba a la Ejecutiva socialista me sentaba y me preguntaba: "¿Dónde están mis amigos?". "Te encuentras con gente de otra generación", lamenta al tiempo que advierte que "meter gente nueva no es garantía de innovación. Para Ibarra, " ahora la fotografía del partido es heterogénea: jóvenes, mujeres… pero el discurso es muy homogéneo ".
También tiene tiempo de hablar de Rajoy, al que no ve líder, le compara con Almunia, y sostiene que "ni se lo creen ni les gusta". Vaticina que no llegará a las próximas elecciones . De Chaves, afirma: "Si él dice este río es mío, ¿en qué se diferencia del nacionalismo?"
Sus últimas reflexiones son para el futuro de su partido y el socialismo en general, materia en la que sí parece coincidir con Zapatero. Para Ibarra, "el proyecto socialdemócrata tiene un futuro esplendoroso". " En 1989 se hunde el comunismo, y en 2008, el capitalismo; lo único que queda es la socialdemocracia ", celebra.