L D (Europa Press) El monarca español subrayó que los atentados de Casablanca en 2003 y de Madrid en 2004 constituyen un "dramático recordatorio" sobre la necesidad de que los dos Estados sigan trabajando "cada vez más unidos" para acabar con el terrorismo y asegurar "el pleno respeto a la vida y demás derechos fundamentales y valores democráticos, esencia de la convivencia pacífica de nuestras sociedades".
Don Juan Carlos agradeció "vivamente" la "eficaz colaboración y el firme apoyo" recibido de las autoridades marroquíes en la lucha contra el terrorismo, elogió las reformas emprendidas por el monarca alauí para hacer de Marruecos una sociedad moderna y democrática y destacó que las relaciones entre Madrid y Rabat tienen un "rumbo" que no ha cambiado "pese a los avatares" de la historia más reciente.
En su intervención, el Rey alabó, entre otras medidas, la entrada en vigor de la reforma de la "Mudawana", como un hito en la construcción de un Marruecos "respetuoso con la tradición del mundo árabe-musulmán" y preocupado, al mismo tiempo, por mejorar la protección de los derechos de la mujer y asegurar su lugar tanto en la familia como en la sociedad en su conjunto.
El Rey destacó asimismo la voluntad del monarca alauí de ser "el Rey de todos los marroquíes" y el empeño de Mohamed VI para impulsar medidas tendentes a proteger las libertades civiles. Recordó también Don Juan Carlos que, en el proceso de transición democrática, habrá de jugar un papel primordial la nueva Ley de partidos políticos como "auténtica y legítima" expresión de la voluntad popular.
"Desde que Vuestra Majestad anunciara en 1999 toda una serie de medidas en el campo de los Derechos Humanos, habéis demostrado la voluntad de ser Rey de todos los marroquíes. Primero con la instauración del Consejo Consultivo de Derechos Humanos, que ha desarrollado una loable labor. Buena muestra asimismo de vuestro empeño han sido las diversas reformas impulsoras de las libertades civiles, incluído el establecimiento de la Instancia Equidad y Reconciliación", resaltó Don Juan Carlos.
Para encarar los retos del desarrollo socio-económico del país, animó a su anfitrión a incentivar la inversión y fomentar la integración económica y comercial con los países de la región. Agradeció también el apoyo de Marruecos a la iniciativa española de forjar una Alianza de Civilizaciones y habló de la visión "convergente" de los dos países sobre el papel central que debe desempeñar Naciones Unidas, simbolizada en la operación conjunta hispano-marroquí en Haití.
En lo que se refiere al Sáhara Occidental, el monarca aseguró que España esta firmemente decidida a ayudar al proceso para encontrar dentro del marco de la ONU una solución "justa, aceptable y definitiva para todas las partes". Además, garantizó que España será la principal valedora de una relación estratégica de Marruecos con la Unión Europea que garantice el "anclaje" preferente de Marruecos a Europa así como las aspiraciones del país a participar del acervo comunitario y de la nueva política de vecindad.
El monarca recordó también que, al firmar en 1991 el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, tanto España como Marruecos marcaron un rumbo que no ha cambiado pese a los avatares que hayamos podido experimentar en nuestra historia reciente, momento en el que mencionó el "tupido entramado de vínculos e intereses que han ido creciendo y llevan a desarrollar una cooperación cada vez más intensa".
También aludió a la comunidad marroquí residente en España y, al tiempo,
recalcó que España y Marruecos tienen que esforzarse por seguir sus esfuerzos en la lucha contra la inmigración clandestina "para la que no debe haber espacio en nuestras sociedades".
Mohamed VI reclama soberanía marroquí sobre el Sahara
A continuación, el Rey Mohamed VI de Marruecos, aludió en su discurso al conflicto "artificial" del Sáhara que le ha sido "impuesto" a Marruecos y apostó por una solución que sea "negociada, mutuamente aceptable y definitiva para permitir a las poblaciones de las provincias del sur la administración autónoma de sus asuntos regionales, en el marco del respeto de la soberanía, la integridad y de la unidad nacional de Marruecos".
Además, se mostró "profundamente convencido" de que el ritmo de las acciones conjuntas hispano-marroquíes impulsadas por una "ambiciosa" visión de futuro, pueden "conciliar" las respectivas exigencias "con relación a los imperativos de soberanía, seguridad y desarrollo". El monarca, que se felicitó del balance "muy positivo" de la cooperación entre los dos países que ha convertido a España, dijo, en un socio económico "privilegiado" de Marruecos, resaltó que la profundización de la comprensión entre los dos pueblos es tributaria de la mejora de las percepciones mutuas y de la erradicación de los "perniciosos prejuicios y amalgamas".
En el terreno económico señaló que gracias a las reformas emprendidas por Marruecos, las oportunidades de "partenariado" con los operadores económicos de ambos países son "reales, múltiples y mutuamente ventajosas", tanto en las actividades agrícolas como en la pesca, el turismo o en la industria y la alta tecnología. Celebró igualmente los progresos en la cooperación relativa a la prevención y lucha contra la emigración clandestina y la voluntad común de tratar los flujos migratorios respetando el marco normativo bilateral que rige tanto la emigración legal como la readmisión de personas.
Durante su intervención, se felicitó de la cooperación en la lucha internacional contra la "lacra del terrorismo" en el marco de Naciones Unidas a través de un contingente conjunto en Haití. "La convicción de realizar un destino común, la conciencia de la especificidad de nuestro partenariado y nuestro aferramiento a los nobles valores universales de democracia y respeto a los Derechos Humanos, justifican nuestra mayor concertación y la multiplicación de iniciativas conjuntas en pro de la paz y la seguridad regional y mundial", dijo.