(Libertad Digital) Comenzó el cierre del Congreso Nacional del PP el actual secretario general del PP, Ángel Acebes. Felicitó a las Fuerzas de Seguridad de España y Francia por la operación que ha desmantelado la cúpula de ETA. Acebes hizo hincapié en que hay que sostener las ideas como única valía de un partido: "No comparto la moda del minimalismo ideológico que diluye las convicciones". Añadió que "el PP tiene uno de sus mayores activos en la unidad de un proyecto definido que se defiende en todos y cada uno de los puntos de España".
Pero sin duda, el plato fuerte ha sido la intervención de José María Aznar. "Nunca he dejado de dar la cara tras los atentados del 11-M". El discurso del ex presidente sorprendió cuando se refirió a los ataques sufridos desde un editorial del diario El País: "A mí me da igual que me comparen con Ben Laden, los que el 12 de septiembre no cayeron en la cuenta de que el asesino era Ben Laden. Me da igual que digan que tengo 200 cadáveres en mis espaldas". Llegó entonces una nítida referencia a la época de los GAL: refiriéndose a Ibarra como "ese señor", apuntó: “él sabrá cuántos cadáveres llevan en su cuenta sus amigos, esos a los que ese señor ampara y anima. Puedo decir con la cabeza bien alta que ni yo ni ninguno de nosotros hemos usado cal viva para encubrir ningún asesinato". Aznar ha sido muy claro al referirse por tanto a las acusaciones de El País y a las vertidas por el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, cuando dijo de él que debiera ser nombrado "presidente de horror por dejarnos 200 muertos".
"Dar la cara" en la comisión sobre la matanza de marzo
José María Aznar dijo que al final se sabrá la verdad de la masacre de marzo y sobre la jornada de reflexión. Adelantó que acudirá a la comisión del 11-M a
“dar la cara" y "decir la verdad" y que con su testimonio "los españoles verán quiénes cumplieron con su obligación y quiénes mintieron, manipularon y forzaron la voluntad popular". Es más, añadió Aznar, "verán quiénes cercaron nuestras sedes en plena jornada de reflexión y verán que son los mismos que atacaron y apedrearon meses atrás las sedes del Partido Popular".
Aznar dijo que lo que le importa es que los populares estén seguros de que “durante ocho años” gobernaron para que España “fuera la mejor”. El ex presidente de gobierno pidió que nadie se lamente de “haber tenido una ambición fuerte y poderosa”. “No hay que sentir vergüenza –añadió– por haber gobernado” ya que los españoles, cuando Rajoy presente su programa, pensarán que el nuevo presidente del PP pertenece a aquellos que “dejaron a España sin déficit, con menos comandos terroristas y sin ninguno en las instituciones”.
El vídeo homenaje a Aznar y el atentado de 1995
CLAUSURA. MARIANO RAJOY, PRESIDENTE DEL PP
Anunció el envío de un telegrama al Palacio de la Zarzuela en el que se expresa “la lealtad del PP a la Corona y el respeto de todos a la persona de Su Majestad”. Tras los aplausos, dijo Rajoy que “llevamos una mañana de discursos todos brillantes y algunos muy emotivos y ahora hay que poner un final”.
De nuevo, comenzó por los agradecimientios: “Antes quiero saldar deudas de gratitud, empiezo por vosotros mismos. Hoy culminan 6 meses de trabajo arduo, es tiempo de esperanza. Aquí hay un partido dispuesto, con ideas”. Extendió su gratitud a todos los que han hecho posible el Congreso, desde los que se han encargado de las fotocopias hasta el servicio de cafetería. Agradeció también la labor a los periodistas. Otros dos agradecimientos “que no quiero callarlos”: Al fundador, “gracias Don Manuel por estar aquí y haber hecho posible que este partido exista”. Y “otra vez al hombre que me ha precedido, José María Aznar, nuestro presidente de honor”.
Más críticas a José Luis Rodríguez Zapatero
Rajoy dijo que del presidente de Gobierno “prefiero no hablar, o hablar muy poco”, ya que ZP “no quiere guerras, ni terrorismo, ni malos modos, ni pobres”. Por eso, Rajoy se preguntó “si hay alguien que quiera guerras, terrorismo, malos modos y pobres”. Añadió que la aportación más importante de ZP es el talante, “eso que los jóvenes llaman el buen rollito”, porque, como el presidente dice, “si nadie robara, no habría robos, y si todos fuéramos buenos, nadie seria malo”, pero añadió, “¿se puede concebir una verdad mas sólida que esta?”. Rajoy siguió diciendo que “a uno le cuesta dar crédito a lo que se oye, pero el presidente del Gobierno, con ese discurso cada vez mas próximo a la extravagancia, se esfuerza en demostrarnos que las cosas pueden ir a peor”. El político gallego manifestó que Zapatero “se cree estas perogrulladas o se refugia en ellas para ocultar su incapacidad política”. Rajoy se preguntó después si Zapatero “¿es tan candoroso como aparece o difunde estas simplezas para tenernos distraídos; desbarra o pretende embaucarnos?”.