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"No permitiremos que la sangre de nuestra hija sea moneda de cambio"

Hace ocho años que ETA asesinó a a Cecilio Gallego y a Silvia Martínez, con tan sólo seis años, en la casa Cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola. Allí mismo se ha celebrado el homenaje a Silvia y su madre Toñi Santiago ha advertido que no permitirá que su hija "sea moneda de cambio en ningún proceso de negociación".

Cerca de mil personas han arropado a la familia de Silvia Martínez Santiago, la niña de seis años que fue vilmente asesinada por la banda terrorista ETA mientras jugaba en su casa de la Casa Cuartel de Santa Pola, tal día como hoy hace ocho años. En ese mismo lugar se ha celebrado un homenaje organizado por la a asociación de víctimas del terrorismo Verde Esperanza y la plataforma Voces contra el Terrorismo.

Familiares, amigos, vecinos de Santa Pola y ciudadanos llegados de otros puntos de España han recordado a Silvia bajo una premisa clara "Memoria, dignidad y justicia". También destacaba la presencia de otras víctimas del terrorismo, como Maria Jesús González, madre de Irene Villa; Francisco José Alcaraz, presidente de Voces contra el Terrorismo, María del CarmenÁlvarez, presidenta de la asociaciónVerde Esperanza; además de otras víctimas de ETA y del 11-M llegados de otras provincias españolas. El alcalde de Santa Pola, el popular Miguel Zaragoza, presidió un año más el homenaje. El rojo y gualda de la bandera de España dieron color a este acto celebrado bajo una premisa clara "Memoria, dignidad y justicia".

Todo apunta a que estamos ante un nuevo proceso de negociación con la banda asesina y la creciente inquietud e indignación que sienten, una vez más, las víctimas del terrorismo ha presidido la intervención de Toñi Santiago, madre de Silvia. Como cada año, Santiago tuvo que recordar que "a día de hoy no se ha celebrado juicio –por el asesinato de su hija–, ni tampoco tenemos conocimiento de cuando será".

Las noticias sobre privilegios y prebendas para los presos etarras son cada vez más frecuentes. Toñi Santiago dijo que ve "con indignación y mucha tristeza como el Gobierno concede beneficios penitenciarios a los asesinos de ETA. Estas navidades a uno de los asesinos de Silvia se le permitió que mantuviera una videoconferencia con su padre, también terrorista de ETA y preso (cosa que no está permitida)", y recordó el "espeluznante historial de La Tigresa con 23 asesinatos a sus espaldas".

A Toñi Santiago le arrebataron a su hija, que no sido la única niña asesinada por los criminales etarras. Emocionada, pero con el aplomo que le caracteriza, se acordó de todos estos niños en su discurso: "ETA empezó hace más de cuarenta años asesinando a la niña Begoña Urroz y que más de treinta años después asesinó a mi hija Silvia. Una banda terrorista que ha asesinado a casi mil personas entre ellas 25 niños, todos ellos personas inocentes y que al parecer a Rubalcaba le importa muy poco que se les haga justicia".

La negociación está ahí y Toñi Santiago no olvida que este mismo Gobierno llamó "a terroristas como Otegi hombre de la paz, dijo que los atentados son accidentes, que Batasuna no existe, que el sanguinario de Juana está a favor de la paz...", pero para Santiago "el colmo de la indignidad es lo que ha dicho Rubalcaba que los etarras que se encuentran en Nanclares no son de ETA , por escribir cuatro líneas en un papel en las que según Rubalcaba piden perdón, esta aberración para mi es el mayor desprecio que hasta hoy, como madre y como víctima del terrorismo, he podido recibir".

Por último dejó claro que ella y su familia no permitirán que "la justicia que la sangre derramada de nuestra hija merece sea moneda de cambio en ningún proceso de negociación con la banda terrorista ETA. Silvia en tu nombre no". Los asistentes le dedicaron aplausos cargados de emotividad, pero también de dignidad, convicción y firmeza.

En el acto María del Carmen Álvarez leyó el artículo dedicado a Silvia que publicaTeresa Jiménez Becerril en Libertad Digital.

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