Éste era el viernes esperado. Ése en el que el vicepresidente Rubalcaba tenía que contestar a Libertad Digital sobre la sentencia del Tribunal Supremo que contradice al Gobierno, al decir que el modelo de inmersión lingüístico catalán "pervierte la Constitución". Cuatro semanas ha evitado contestar a LD porque "no se había leído". El viernes pasado prometía una "respuesta sólida". Quizás por eso, y en contra de los hábitos del vicepresidente en las últimas semanas, Rubalcaba ha dejado la pregunta de este periódico para el final. La número 11, la penúltima. Algo que ha permitido que la cuestión se formulara con anterioridad.
"Primero, no cuestiona. Lo primero que tengo que decir es que no cuestiona. La, la he leído, ahora sí que sí...", sonreía Rubalcaba, "...y no cuestiona. Segundo, la respuesta la debe dar el Gobierno puesto que es un ámbito de competencias del Gobierno de Cataluña". Así de tajante, sin ninguna argumentación, respondía el Portavoz del Gobierno al periodista de un medio catalán. Varias preguntas después, Alfredo Pérez Rubalcaba concedía en penúltimo lugar la palabra a la periodista de este periódico: "Adelante Ketty...". "Yo quería insistir en la pregunta del compañero....", interrumpía Rubalcaba: "que te la ha pisao...", se jactaba el número dos del Gobierno con una sonrisa.
"Dice usted que no cuestiona el modelo pero el Supremo dice en una frase textual de esa sentencia que dice que el modelo lingüístico catalán actual pervierte el modelo lingüístico de la Constitución...". El vicepresidente del Gobierno no quería entrar en esa cuestión. Sin ningún tipo de explicación decía lo siguiente: "Ya siento que le hayan pisado la pregunta porque le han pisado la respuesta, ya la he dado y no voy a ir más allá".
Tampoco respondía Rubalcaba a la otra pregunta que Libertad Digital lleva haciendo durante cuatro semanas, sobre si respaldan que el PSC se haya comprometido por escrito con CIU a que van a "ignorar la sentencia". El vicepresidente daba por concluida la pregunta: "Ya pero sobre el PSC...", le repreguntaba este diario. "Ya está, le he dicho... ya, ya, ya.... Créame que eso es todo lo que tengo que decir...", frenaba la repregunta con gesto serio. "Ya pero es que llevo cuatro semanas preguntándole lo mismo...". Y otra vez sonrisa: "pero ya le he contestao, le contestao... me he leído una sentencia entera eh?". Y concluía el diálogo dándo la última pregunta de la rueda de prensa, al periodista de La Gaceta, Miguel Gil.
Un silencio cómplice que retrata al Gobierno
Lo cierto es que de nada han servido las cuatro semanas de espera. Ni el compromiso del Presidente del Gobierno con LD de que Rubalcaba haría una "valoración con consecuencias". Y mucho menos la promesa de Rubalcaba de "una respuesta sólida" este mismo viernes. El Tribunal Supremo tumba los postulados del Ejecutivo Zapatero sobre la inmersión; el PSC y CIU amenazan sin complejos con el desacato a una sentencia; y el Gobierno opta por el silencio. Cómplice, se entiende. Entretanto, serán los ciudadanos reclamantes los que tengan que seguir optando por la vía judicial para reclamar su derecho a estudiar en castellano.