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Un año después Destaca el acercamiento con Marruecos y Francia pero no menciona a EEUU

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido la política exterior impulsada durante su administración y en especial de su "drástico" cambio en las relaciones de España con Francia, Portugal y Marruecos, frente  a la que impulsó el PP durante la administración de José María Aznar a quien acusó de mirar "demasiado lejos" olvidándose de sus vecinos. En su balance, Zapatero consideró que la posición de España en el mundo se ha visto fortalecida por su trabajo a favor de la paz, el desarrollo y la cooperación.

LD (EFE) Ante diputados, senadores y europarlamentarios reunidos en el Congreso, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha expuesto los principales ejes y preocupaciones de la política exterior en su primer año de Gobierno del PSOE y también los logros conseguidos en este período.
 
Zapatero destacó que al tener como principios de su acción en el exterior el trabajo constante a favor de la paz, la cooperación y la solidaridad, la posición de España en el mundo se "ha fortalecido enormemente". Enseguida, concedió especial importancia a las relaciones con los países vecinos y manifestó que gracias al "cambio drástico" protagonizado por su Gobierno ahora "tenemos las mejores relaciones que se pueden tener" con Francia, Portugal y Marruecos, algo que consideró "decisivo para nuestra política exterior".
 
Sin citarlo expresamente, acusó al Gobierno de José María Aznar: "quizá algunos, por mirar demasiado lejos, se olvidaron de que lo importante está aquí, cerca de nosotros". A renglón seguido, ratificó su compromiso por mantener unas buenas relaciones con las naciones más próximas a España e Iberoamérica. Esas dos áreas, destacó, son las prioritarias de la acción exterior española.
 
Rodríguez Zapatero recordó ante el plenario del grupo socialista que la primera decisión que adoptó como presidente -la retirada de las tropas de Irak- no fue propiamente una decisión de Gobierno, sino "de los ciudadanos", cuya voluntad mayoritaria fue interpretada por el Ejecutivo tras la victoria electoral de los socialistas. En este sentido, reiteró que, en materia de política exterior, el compromiso del Gobierno es "anteponer ante todo los valores, los principios y deseos de la sociedad española", afirmación que fue acogida con aplausos por parte de los parlamentarios del PSOE.

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