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Zapatero anticipa que la reunión con Rajoy no servirá para nada

Repitió hasta aburrir al propio Gabilondo que "había que intentarlo" pero reservó su indignación para el trabajo de oposición del PP. Eso es lo que, a juicio del presidente, "nunca más debe volver a pasar". Confesó que el doble asesinato de la T-4 no cerró todas las puertas, las que sí cierran, según parece, un comunicado. Lo de De Juana lo redujo a una casualidad y dijo que tener "toda la autoridad" para haber negociado con ETA; "no voy a tolerar que nadie me la discuta", zanjó.

Repitió hasta aburrir al propio Gabilondo que "había que intentarlo" pero reservó su indignación para el trabajo de oposición del PP. Eso es lo que, a juicio del presidente, "nunca más debe volver a pasar". Confesó que el doble asesinato de la T-4 no cerró todas las puertas, las que sí cierran, según parece, un comunicado. Lo de De Juana lo redujo a una casualidad y dijo que tener "toda la autoridad" para haber negociado con ETA; "no voy a tolerar que nadie me la discuta", zanjó.
(Libertad Digital) En una larguísima y tediosa entrevista plagada de frases grandilocuentes y en la que apenas dejó preguntar a Gabilondo, el presidente del Gobierno desgranó su proceso de paz y el final del mismo. Para Zapatero ha sido ETA quien ha "fracasado estrepitosamente porque ha tenido una vez más ocasión de dejar la violencia y lo ha rechazado".
 
Al PP empezó reprochándole que "no ha ayudado nada", aunque después se explayó. "Tengo el derecho y el deber de intentar el fin de la violencia cumpliendo con mi deber y los compromisos y los principios de no pagar precios y mantener el Estado de Derecho". Dijo que ETA ha roto treguas cerca de diez veces desde que existe. "Sus objetivos son claros, tiene fines políticos con tregua o sin tregua", pero tendrá que entender que "antes o después que con violencia nunca se conseguirán objetivos políticos".
 
"Cuando arranca un proceso nadie tiene predestinado un final", sentenció. "Dije que sería duro y difícil y evidentemente no ha concluido donde todos quisiéramos". Repitió en que al parecer el problema ha sido que ETA plantea objetivos políticos "que siendo yo presidente del Gobierno nunca va a conseguir manteniendo la violencia". Insistió varias veces en esa idea. Que el Gobierno no ha querido hablar de política porque eso sólo se puede hacer en las instituciones democráticas y con ausencia de violencia y que trató de convencer a ETA de que tenía que asumir que "nunca en democracia un Gobierno va a ceder a planteamientos políticos". "Primero el fin de la violencia y partir de ahí el debate político".
 
Del proceso apenas quiso hablar. Dijo tan solo que ha sido "bastante indirecto y no muy largo" con "algunas reuniones".
 
El Pacto Antiterrorista "me salía de mis entrañas como español"
 
Sí se habló del Pacto Antiterrorista, como no podía ser de otra manera.  Repitió hasta el aburrimiento que el pacto lo propuso él cuando estaba en la oposición "porque me salía de dentro de mis entrañas como español y responsable político para ayudar al Gobierno". "Tienes mi apoyo incondicional para una sola cosa, le dije a Aznar, para la política antiterrorista". Porque la política antiterrorista "no distingue ideologías", porque el terrorismo "atenta contra la democracia y todos debemos apoyar a quien tiene la difícil responsabilidad de combatir, frenar y erradicar la violencia". "Mi obligación era intentarlo. Hubiera deseado tener el apoyo que otros presidentes tuvieron", dijo Zapatero.
 
Del comienzo del proceso habló de la verificación . "La cuestión central es si ETA tiene voluntad clara de abandonar las armas. Teníamos que aproximarnos para verificar, no me hubiera perdonado a mi mismo no intentar verificar". Negó el presidente las informaciones de Gara sobre los compromisos firmados.  "Es absolutamente falso y la mejor prueba es lamentablemente el comunicado de ETA que dice que el Gobierno no ha cedido".
 
Insistió el presidente del Gobierno en varias ocasiones en su derecho a intentarlo. "Si había una mínima oportunidad mi deber era intentarlo", asegurando una y otra vez que mantenía "el Estado de Derecho, la Constitución y las leyes". Preguntado por Gabilondo por si mantuvo el proceso pese al atentado de la T-4, dijo Zapatero que "teníamos la evolución de que hasta ese día no había ninguna victima mortal de ETA en tres años. Esto no había pasado nunca. Era un factor de expectativa. La expectativa, mi expectativa, con el atentado, quedaron prácticamente reducidas a la nada. Ahí mi esperanza es mínima".
 
De Juana, libre tres meses después de la T-4
 
Gabilondo le preguntó entonces por qué puso en libertad al etarra Iñaki de Juana tres meses después. Se remitió el presidente a las obligaciones del Estado con los presos. "Intentar preservar la vida y una vez recuperado tomar una decisión y la política penitenciaria forma parte de la política antiterrorista. La circunstancia es distinta al momento del alta que coincide con el comunicado de ETA". Preguntado por qué va a hacer el Gobierno ante una probable nueva huelga de hambre, Zapatero no quiso arriesgar. "No adelantemos acontecimientos", contestó.
 
Volvió en ese momento de la conversación a criticar al PP. "Tienen que estar arrepentidos de haber dicho que habíamos cedido", afirmó, y se lamentó de no haber escuchado del PP "una sola palabra de apoyo y solidaridad que si he tenido de gobiernos europeos y de Naciones Unidas. Nunca más puede volver a pasar y debería hacer reflexionar a mucha gente".
 
Sobre ANV el presidente aseguró que "si hay incumplimiento de la ley el gobierno la va aplicar con rigor y contundencia". Se defendió de haber permitido que ETA vuelva a las instituciones con esta marca porque "el Gobierno ha cumplido la ley y ANV es un partido legal desde los años 30. Tiene sus derechos" . "Se han dicho muchas cosas, demasiadas con demasiadas falsedades", afirmó. Y dijo que en el momento actual los "cuerpos y fuerzas de seguridad están fuertes y motivados con la máxima dedicación para garantizar la seguridad, que es mi objetivo principal".

Le preguntó Gabilondo si Navarra había salido en las conversaciones con ETA. No lo negó. "Salieron muchas cosas". Añadió que todo lo que sea materia política "sólo tenía un cauce. La representación legítima de los ciudadanos". Y aseguró que el comunicado de ETA "no modifica mi punto de vista sobre lo que hay que hacer en Navarra. Puras tiene un proceso de diálogo y tomará la decisión en función de los intereses de Navarra, del conjunto del país y de los intereses del PSOE. Pero no se puede hacer política de oposición basada suposiciones falsas."

La ciudadanía que habla a Zapatero
 
Gabilondo preguntó si "el hecho de que no le acompañe el PP y un porcentaje altísimo de la sociedad ha debilitado la negociación con ETA". La respuesta fue la enésima repetición al único mensaje de la oportunidad, eso sí, la interpretó como un mandato popular: "He tenido apoyo de la ciudadanía que me decía 'si hay una oportunidad inténtalo', era mi deber intentarlo". Así las cosas, para Zapatero el culpable de la situación es ETA. Tantos adjetivos le puso a esa culpabilidad que se veía venir una nueva andanada contra el PP. Y así fue aunque esta vez lo que hizo fue otorgarse casi en exclusiva el derecho a negociar con una banda terrorista.
 
"Es evidente la reflexión, con otro presidente podría haber dudas pero en mi caso tengo toda la autoridad moral porque le di todo el apoyo al PP". Se refería el presidente al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo que "propuse, seguí y conseguí que lo firmáramos". Por ello, según él, no hay posibilidad de discutirle la aventura de la rendición: "Tengo esa credibilidad, tengo toda la autoridad y no voy a tolerar que nadie me la discuta".
 
La anticipación de Zapatero a la reunión del lunes
 
Dicho esto, achacó la "desunión" al Partido Popular por elegir la política antiterrorista como argumento de oposición. Dijo el presidente que él ha sido "absolutamente leal" con Rajoy: "Le he dado –añadió– la información que creía conveniente pero había un guión prefijado de descalificación". Así que, una vez más, lo que más ha indignado al presidente en esta etapa de caída libre ha sido el PP: "Nunca más puede pasar esto".
 
Como no podía ser de otra manera, Zapatero acudió al 11-M como origen de la estrategia del PP: "Ha estado durante dos años diciendo que detrás de esa barbarie podía haber algo raro, una conspiración, una implicación que se dejaba caer para derrocar a un Gobierno y que un partido saliera beneficiado. Desde entonces comprendí –dijo el presidente– que no tendría ni un minuto de apoyo". Lo más curioso es que presumió de haber pasado por la comisión de investigación del 11-M por su afán de aclarar lo que él mismo confesó hace tres años: que no albergaba duda. Con lo que ha llovido y lo que queda por caer, Zapatero dijo que "ahora que acaba el juicio [lo sucedido el 11-M] queda contundente y claro para los españoles". Iñaki Gabilondo le dijo qué opinaba de la frase "ETA tiene cogido a Zapatero por los vagones". Respondió que "es una canallada y tengo una gran paciencia pero esto es tan inaceptable". Él nunca lo haría. "Cuando se tienen principios morales es muy fácil mantenerlos; a mí no me sale criticar a un Gobierno en materia de antiterrorismo, es que no puedo. Yo veía al Gobierno de mi país intentado defenderse".
 
Con los antecedentes que el propio Zapatero creó durante la entrevista, Gabilondo preguntó cuál era la expectativa para el encuentro con Mariano Rajoy del próximo lunes 11 de junio. La respuesta no dejó lugar a dudas: "Anticipo que el PP seguirá haciendo oposición con la política antiterrorista hasta el último día de la legislatura". Eso sí, aunque sea para nada, "estoy deseando siempre hablar con Rajoy", dijo sorprendentemente el presidente del Gobierno.
 
Zanjado el asunto, y tras confesar que un comunicado de ETA ha roto lo que no rompió el doble asesinato de Barajas, Zapatero dijo: "hoy sólo tengo el pensamiento en cómo defender el Estado de Derecho".
 
Sobre un posible adelanto electoral "no hay ninguna razón, hay estabilidad acreditada". Además, adelantó que se va a volcar en la lucha contra el cambio climático.
 
Gabilondo insistió en que él tenía la percepción de un "Gobierno desdibujado" con Rubalcaba y De la Vega desaparecidos, pero Zapatero le contestó que esa "no es una impresión acertada" a no ser que se refiera que "hemos renunciado a la propaganda, que le digo que sí".

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