El Madrid da un paso atrás en su lucha por el segundo puesto al empatar con un Getafe superior

(Libertad Digital) Se esperaba una reacción del Madrid tras el tirón de orejas de Fernando Martín el pasado domingo, pero ésta no llegó. Bernd Schuster, en el centro de todas las miradas, demostró que Benito Floro no estaba equivocado, y dio una lección de estrategia en el Coliseum, un campo pequeño que se acoplaba a la perfección al planteamiento táctico del alemán, quien daba a sus hombres una consigna en el vestuario: ahogar el centro del campo madridista, esta vez con Baptista y Pablo García.

La Bestia cumplió a la perfección con su trabajo en el doble pivote, dejándose caer también por las cercanías del área azulona. Precisamente en una de estas intentonas, en forma de un sensacional tiro lejano, Baptista tuvo la oportunidad de adelantar a su equipo, aunque el balón se estrelló finalmente en el larguero. Mientras los defensas del Madrid se hartaban a tocar, el Getafe lo esperaba en su campo, para, en cuanto tuviera el balón, meter la quinta velocidad y tratar de sorprender al contragolpe. Y a punto estuvo de hacerlo de esa forma Riki, aunque acabó enviando la pelota por encima de los tres palos.

Fue entonces cuando el partido alcanzó su ritmo más frenético. El primer turno fue para los locales, pero Casillas, criticado esta semana por el fallo ante la Real Sociedad, sacó dos manos prodigiosas a un cabezazo de Riki, primero, y a un cañonazo de Pernía, que no olvidó su faceta goleadora pese a tener bien atado a Cicinho en su banda. Luego le tocó a los visitantes. Un fallo de Contra estuvo a punto de convertirse en el 0-1, en una perfecta triangulación entre Raúl, Zidane y Baptista, que acabó con un tiro a puerta del brasileño que superó a Luis García, pero no pudo con el central Pulido, que salvó bajo la misma raya de gol.

Tras la reanudación parecía que ambos equipos se echaban un pulso a ver quién era capaz de jugar peor al fútbol. Y tras dos tímidos ataques del Getafe, la suerte se alió con el mejor de visitantes, Baptista, que batió a Luis García en un polémico gol en el que el Getafe pidió mano del brasileño (m.60). El gol no mejoró el juego de los de López Caro, pero tampoco el de su rival, aunque no fue obstáculo alguno para que el modesto Getafe empatara el encuentro en su recta final, cuando faltaban siete minutos.

El autor no fue Gavilán, que completaba un sensacional partido, ni Riki, algo fuera de ritmo, sino el más alto del Getafe, el central Tena, que envió con la cabeza el esférico a las mallas de la portería de Casillas tras una falta botada por Contra. Si había un hombre desesperado en el césped del Coliseum, ése era Baptista, que en el último suspiro volvió a golpear en uno de los palos de la portería contraria echando a perder la última oportunidad del Real Madrid de alcanzar la victoria, el único de los resultados que vale a los blancos en lo que queda de temporada. Al final, reparto de puntos que hace crecer aún un poco más al Getafe, que puede presumir de no haber perdido en su feudo con el Real Madrid en su corta historia en Primera División.