LD (EFE) Al menos seis personas murieron este lunes y otras veintinueve resultaron heridas por la explosión de un coche-bomba en la plaza de Tayarán, en el centro de Bagdad. El atentado terroristas causó además daños de diferente consideración en tiendas y automóviles.
Según las fuentes, la cifra de víctimas puede aumentar por la grave situación en la que se encuentran varios heridos, entre los que hay algunos niños y mujeres. El atentado tuvo lugar después de que concluyera el toque de queda para los vehículos que habían declarado las autoridades en varias ciudades iraquíes para evitar posibles atentados durante la final de fútbol de la Copa de Asia.
La noche de este domingo, los iraquíes salieron a las calles para celebrar su triunfo en el partido sobre Arabia Saudí. Una hora después de que terminara el encuentro, al menos siete personas fallecieron y otras diez resultaron heridas por dos explosiones que ocurrieron al norte de Bagdad.
Según fuentes policiales iraquíes, un terrorista suicida que conducía un camión-bomba lo hizo explotar cerca de un puesto de control en la localidad de Sayed Gharib, cerca de Balad. El estallido se cobró la vida a seis personas, entre policías y soldados iraquíes, y dejó otras cuatro heridas. En el segundo ataque, un coche-bomba que estaba aparcado cerca de otro puesto de control de la policía iraquí en la entrada occidental de Balad, explotó y dejó un policía muerto y seis más heridos.
Pero, ni el toque de queda para vehículos ni el temor a nuevos atentados impidieron que decenas de iraquíes de distintas comunidades y credos tomaran las calles del país para celebrar el triunfo de su equipo nacional. La victoria de la selección iraquí cambió el ambiente en las calles de Bagdad, que momentos antes de que empezara el partido se encontraban totalmente desérticas, salvo por las patrullas policiales.