(Libertad Digital) La victoria por la mínima que ha logrado el Granada 74 frente a la UD Las Palmas (0-1) en un flojo encuentro ha propiciado que, en reiteradas ocasiones -se acrecentó al término del juego-, el público mostrara una "nube" de pañuelos y una encrespada protesta, no sólo por esta derrota sino por la pésima clasificación del equipo amarillo, que se hunde en el pozo de la clasificación. El tempranero y oportuno gol que obtuvo Torrecilla, al recoger un rechace dentro del área a los 7 minutos, condicionó el mediocre juego que acreditaron unos y otros en un partido anodino.
Un cabezazo de Alberto en el quinto minuto de la prolongación ha dado el triunfo al Elche frente al Cádiz, en un partido de fuerzas parejas hasta que el equipo local se quedó en superioridad numérica a veinte minutos del final y encerró al equipo andaluz en su área para ganarle en el último suspiro. Alberto salió en el minuto 68 de un partido que en esos momentos estaba trabado y que en poco más de un cuarto de hora -entre los minutos 52 y 69- vivió tres expulsiones, las de los visitantes Fleurquin y Cristian y la del local Miguel.
El delantero Mikel Arruabarrena, que había salido en la segunda parte para potenciar el ataque del Tenerife, cumplió su misión y, poco antes de la conclusión, logró el empate a un gol que evitó que el Polideportivo Ejido, que se adelantó en el minuto inicial por medio de Juli, sumase una victoria necesaria para salir de la zona de descenso. El equipo insular, que con este empate ve recompensada sus ganas de remontar el tempranero gol local, pasa otra jornada sin ganar fuera de Tenerife, lo que le impide por el momento dar el salto en la lucha por las primeras posiciones de la clasificación.
Por último, la Real Sociedad ha dado un nuevo paso hacia atrás en su camino de retorno a Primera División al empatar sin goles en su visita al campo de un Racing de Ferrol al que tan sólo le faltó un poco más de puntería, para tumbar al cuadro guipuzcoano, que se mostró demasiado temeroso en A Malata. Pese a las urgencias del equipo donostiarra, acuciado por las dos derrotas consecutivas ante Numancia y Sporting de Gijón, la Real apostó de inicio por la contención defensiva, en espera de aprovechar alguno de los habituales fallos defensivos que han lastrado la trayectoria de los gallegos en su feudo.