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El País y el incidente con Chávez: "El Rey ya no consultó"

El "por qué no te callas" del Rey a Chávez, que recabó elogios unánimes hace ya una semana, recibe este domingo una interpretación muy distinta en las páginas de El País. El diario de Prisa dedica su editorial a la Monarquía y alaba la "discreción" que había mantenido "hasta ahora". El País cree necesario que se restablezca el "equilibrio" entre el papel del Rey y del Gobierno tras un "deterioro" que achaca a distintas "presiones". "El Rey ya no consultó" cuando interrumpió a Chávez en la Cumbre, recoge en un artículo sobre la "sucesión de incidentes" en torno a la Corona.

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El "por qué no te callas" del Rey a Chávez, que recabó elogios unánimes hace ya una semana, recibe este domingo una interpretación muy distinta en las páginas de El País. El diario de Prisa dedica su editorial a la Monarquía y alaba la "discreción" que había mantenido "hasta ahora". El País cree necesario que se restablezca el "equilibrio" entre el papel del Rey y del Gobierno tras un "deterioro" que achaca a distintas "presiones". "El Rey ya no consultó" cuando interrumpió a Chávez en la Cumbre, recoge en un artículo sobre la "sucesión de incidentes" en torno a la Corona.
(Libertad Digital) "El Rey nunca había acaparado tanto protagonismo envuelto en polémica", afirma El País en su editorial de este domingo, dedicado a analizar el papel de la Monarquía cuando se cumple una semana del "por qué no te callas" de Don Juan Carlos a Hugo Chávez en la clausura de la Cumbre Iberoamericana.
 
Basándose en la Constitución, el diario de Prisa dice, a modo de recordatorio, que "el Rey reina, pero no gobierna". Una frase que le sirve para defender "el equilibrio delicado" que debe imperar entre la Monarquía y el Gobierno puesto que el Ejecutivo es "el que asume la responsabilidad política por los actos del Monarca". Palabras con las que, sin duda, el diario de Prisa está aludiendo al incidente con Chávez.
 
El propio diario lo aclara a continuación afirmando que, "hasta ahora, don Juan Carlos había cumplido de manera impecable con la parte del pacto constitucional que le correspondía". "Incluso en situaciones difíciles", añade. La explicación a ese supuesto cambio en la actitud del Rey que critica implícitamente El País la encuentra en "la presión a la que la Monarquía está siendo sometida desde diversos ángulos". "Quizá", indica el diario, dicha presión haya tenido como "resultado" el "deterioro" del refrendo.
 
Los culpables de esa presión que habría abocado al Rey, según la versión de El País, a mandar callar a Chávez, estarían principalmente en los medios de comunicación. El diario de Prisa habla de "cierta prensa sensacionalista y de ultraderecha", "fuerzas políticas extremistas de diverso signo" y "el untuoso cinismo de una parte de la Conferencia Episcopal", en la que es una clara referencia a la COPE, blanco habitual de las iras del diario de Prisa.
 
"Sea cual sea el grado de responsabilidad que cupiese atribuir a la Corona, es el Gobierno quien tiene la responsabilidad de reconducir al cauce institucional las relaciones entre la jefatura del Estado y el Ejecutivo", dice el diario, que se reserva un nuevo mensaje al Rey al final del editorial: "Sería bueno que la Corona quedara de nuevo resguardada por la eficaz discreción mantenida durante las últimas tres décadas".
 
El Rey, "crispado"
 
El editorial de El País encuentra su complemento en una información interior dedicada a desgranar las últimas noticias relacionadas con la Monarquía en los últimos meses, desde la portada de El Jueves hasta el incidente con Chávez. Los ataques a la COPE se hacen ahora explícitos. El periodista que firma la noticia, Ernesto Ekaizer, incorpora además nuevos datos sobre el enfrentamiento con Chávez.
 
En el acto de clausura de la Cumbre, a la que el presidente del Gobierno, según Ekaizer, "iba mentalizado" de responder a los insultos a Aznar, el Rey "habría consultado dos veces con Zapatero si debía intervenir". El presidente "sugirió que se mantuviera la calma. En su tercer impulso, el Rey ya no consultó", relata el periodista, que continúa describiendo cómo el monarca "adelantó su cuerpo hacia el centro y alargó su mano izquierda mientras, le espetaba, crispado, a Chávez por qué no se callaba". "Fue su manera de defender el turno de Zapatero", añade.

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