(Libertad Digital) El diario El País lo lleva a su portada: "El Gobierno ofrece otro estatuto vasco para desactivar la consulta". Según deja entrever el rotativo progubernamental, Rodríguez Zapatero sería generoso apoyando más autogobierno con la única condición de que Ibarretxe diera por finiquitado su proyecto ilegal secesionista. Concretamente, el Ejecutivo socialista aceptaría impulsar una profunda reforma del estatuto de Guernika, teóricamente "dentro de los cauces de la Constitución".
A nadie se le escapa que Zapatero necesita de los apoyos del PNV para conseguir estabilidad parlamentaria de cara a la próxima legislatura. Según recuerda el periódico, Urkullu y el jefe del Ejecutivo ya han anunciado su deseo de mantener buenas relaciones y éste sería el gesto definitivo.
Concretamente, al Gobierno socialista le interesa una alianza estable con el PNV por dos asuntos fundamentales: la política antiterrorista, como ya ocurrió en la pasada legislatura, y la estabilidad en el Congreso, con los seis escaños de los nacionalistas. De hecho, con esos seis escaños, el PSOE no necesitaría del apoyo de CiU, una de las exigencias de los socialistas catalanes.
Urkullu reconoce fallos: "Quizá"
Por su parte, y según recoge Europa Press, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha asegurado que "quizá" la bajada de votos de su formación en las pasadas Elecciones Generales viene "desde hace unos años" debido a que no se supo "leer bien" los resultados electorales del año 2001.
En este sentido, reconoció que "la bipolarización no oculta que quizá no hemos hecho todas las cosas bien" ya que "desde hace unos años quizás no leímos bien en general los resultados del 2001, ni políticamente ni socialmente".