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El Madrid vence a un inoperante BATE Borisov entre bostezos de la afición (2-0)

El BATE Borisov, el equipo más flojo de la Liga de Campeones, ha ejercido a la perfección el papel de 'convidado de piedra' en el Santiago Bernabéu. Pero lejos de castigar a su rival y conseguir una goleada que le iría muy bien a largo plazo, el Real Madrid ha hecho lo justo para vencer al equipo bielorruso entre los largos bostezos de una afición que exige más. Sergio Ramos abría pronto la cuenta y la cerraba Van Nistelrooy, mientras que Gago tuvo que retirarse lesionado. 



El BATE Borisov, el equipo más flojo de la Liga de Campeones, ha ejercido a la perfección el papel de 'convidado de piedra' en el Santiago Bernabéu. Pero lejos de castigar a su rival y conseguir una goleada que le iría muy bien a largo plazo, el Real Madrid ha hecho lo justo para vencer al equipo bielorruso entre los largos bostezos de una afición que exige más. Sergio Ramos abría pronto la cuenta y la cerraba Van Nistelrooy, mientras que Gago tuvo que retirarse lesionado. 

(Libertad Digital) El Madrid ha comenzado el camino a su ansiada décima Copa de Europa a ritmo de crucero. No le ha hecho falta exigirse más ante el débil BATE Borisov. Tan valiente como suicida en su planteamiento, pese a no contar con sus dos principales bazas ofensivas, Blizniuk y Rodionov sancionados. Se alzaba el telón de la competición más prestigiosa del Viejo Continente en un Bernabéu preparado para disfrutar. Se respira en el inicio de temporada un ambiente extraño en el coliseo blanco. Un público de por sí frío, acostumbrado al caviar, que tras la marcha de Robinho y con la única llegada de Van der Vaart, está a la expectativa.

Se hablaba en el Real Madrid de la imposibilidad de relajarse en un partido de la competición más prestigiosa de clubes. Sólo plantearlo condujo a ello. El inicio arrollador se fue apagando para mostrar carencias y defectos, como el egoísmo incorregible de Robben. Arrancó el partido y los primeros compases ya mostraron la diferencia abismal entre Real Madrid y BATE. En un día para degustar en su historia, el modesto equipo bielorruso huyó de planteamientos defensivos. Salió a presionar la medular y dejó espacios siempre aprovechados por la visión de Guti. No se habían cumplido siete minutos y el Real Madrid había creado cuatro ocasiones claras de gol. Triangulaciones y pases al hueco culminadas con desacierto por Guti, Van Nistelrooy o Robben.

Con el viento a favor, el gol era cuestión de minutos. Llegó pronto, en el diez de partido, gracias a la estrategia en la que tanto incide Manolo Ruiz, segundo de Bernd Schuster. Saque de esquina a la frontal donde Guti antes que por el tiro apuesta por la visión que le hace único, y con uno de sus pases, asistió a Sergio Ramos, que fusiló a Veremko. Fernando Gago asumió el mando. Era su primera aparición de la temporada en partido oficial. Juegos Olímpicos y partidos con la selección le han hecho perder su sitio. Tiene hambre y movió con velocidad al equipo hasta que el infortunio se cruzó en su camino con una lesión muscular. Diarra, que descansaba por el Ramadán, le sustituyó. Junto a Gago las miradas se desviaban hacia Raúl. El regreso de su competición preferida alimentaba la esperanza de recuperar la mejor de sus imágenes. Sigue alejado de ella y sólo dejó un buen desmarque en el segundo gol, que nació de su disparo.

El Real Madrid comenzó a sestear con el paso de los minutos. El BATE no inquietó a Iker Casillas con dos tiros lejanos y un cabezazo de Kryvets, que sí sacó de nuevo a relucir el defecto defensivo blanco en las acciones a balón parado. La mediocridad se fue apoderando del Madrid. Se perdía entre quejas e individualidades de Robben. Sólo el pundonor de Ramos evitaba el bostezo. Estaba en todos los lados. Hasta para crear juego o lanzar cambios de banda medidos.

El orgullo mejoró la imagen del Madrid en el segundo acto. Con Guti al mando mientras estuvo sobre el césped, se hizo dueño del balón para ir encerrando a su rival. Los laterales, Sergio Ramos y Marcelo, asomaban bien al ataque y Ruud van Nistelrooy, siempre de dulce en la Liga de Campeones, remachó el segundo gol a placer, tras un disparo de Raúl que rechazó Satsevich. Se planteaban 33 minutos por delante para disfrutar, con el triunfo en el bolsillo. Sólo el momento de Higuaín levantó aplausos. El argentino llama a la titularidad, aunque para ello deba tumbar gigantes. Rápido y con la portería siempre en mente, dejó las mejores acciones del encuentro. Disparos de Raúl, Ramos, Diarra y otra clara ocasión marrada por Van der Vaart, antecedieron a una acción repleta de calidad. Higuaín mató un pase en largo, se hizo un auto pase en carrera y cruzó en exceso su disparo ante la salida del meta rival.

Ficha técnica del partido

Real Madrid, 2: Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Heinze, Marcelo; Gago (Diarra, m.35), Guti (Higuaín, m.68), Van der Vaart; Robben (Drenthe, m.61), Raúl y Van Nistelrooy
BATE Borisov, 0: Veremko; Khagush, Rzhevski, Sosnovski, Yurevich; Sivakov, Likhtarovich (Volodko, m.58), Nekhaychik, Kryvets, Stasevich (Zhavnerchik, m.46); y Mirchev (Kazantsev, m.64)

Goles: 1-0, m.10: Sergio Ramos; 2-0, m.56: Van Nistelrooy
Árbitro: Alain Hamer (Luxemburgo). Expulsó por doble amarilla a Khagush (ms.46 y 62). Mostró cartulina amarilla a Kryvets (m.72)
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada del Grupo H de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 68.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio y los dos equipos portaron brazaletes negros por el fallecimiento de Heinz Fahnler, delegado austriaco de la UEFA designado para el encuentro

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