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ESPAÑA SE ENFRENTARÁ A CROACIA EN CUARTOS

El Dream Team da un repaso en toda regla a los campeones del mundo (119-82)

El esperado partido del torneo olímpico de baloncesto entre Estados Unidos y España se ha saldado con una contundente victoria del conjunto americano. Un 119-82 que lo dice todo. Los campeones del mundo sólo perdían por 16 puntos al descanso, pero entonces aparecieron los profesionales de la NBA para poner las cosas en su sitio. Felipe Reyes, con 19 puntos, ha sido el más destacado en el conjunto español, que el próximo lunes cerrará la primera fase ante Angola antes de pensar en el choque de cuartos de final frente a Croacia.

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El esperado partido del torneo olímpico de baloncesto entre Estados Unidos y España se ha saldado con una contundente victoria del conjunto americano. Un 119-82 que lo dice todo. Los campeones del mundo sólo perdían por 16 puntos al descanso, pero entonces aparecieron los profesionales de la NBA para poner las cosas en su sitio. Felipe Reyes, con 19 puntos, ha sido el más destacado en el conjunto español, que el próximo lunes cerrará la primera fase ante Angola antes de pensar en el choque de cuartos de final frente a Croacia.
(Libertad Digital) España se vio impotente, no pudo, con el 'Dream Team' estadounidense en la cuarta jornada del grupo B del torneo olímpico de baloncesto, disputada en el Gimnasio Olímpico de Baloncesto de Wukesong, con el que perdió, por 82-119, y afrontará el cruce de cuartos de final como segunda de grupo, aunque el lunes 18 de agosto pierda contra Angola en el último partido de la primera fase.
 
La NBA ha regresado después de tres lustros de ausencia. Desde que se bautizó a aquella camada de ensueño, los Jordan, 'Magic' Johnson, y Larry Bird, mitos mucho más grandes que los actuales Kobe Bryant o Lebron James, aún por explotar, como el Dream Team en Barcelona'92 nunca más se supo de ella. A continuación se sucedieron una serie de versiones fallidas, sin los nombres de relumbre de los Juegos en la Ciudad Condal y con los malos hábitos de siempre.
 
El individualismo, el brillo individual, se ha esfumado, sin embargo, ahora en el grupo de Mike Krzyzewski, bien engrasado en la defensa individual agobiante que ejerce sobre el rival. Consciente de su mayor músculo, Estados Unidos se echa encima de la chepa del rival para robarle balones, puntearle un tiro, poner un tapón, coger todos los rebotes y, si no haces bien la transición, sancionarte con una canasta rápida.
 
Todo ello le pasó a España esta noche frente a unos hipermotivados jugadores de la NBA. La muestra fue una jugada en el minuto 17. Un balón disputado por Rudy Fernández en la banda fue muy protestado por el quinteto en cancha y todo el banquillo, y eso que el Dream Team iba por encima 18 puntos en el marcador. Esa no fue la menor desventaja de los de Aíto en la primera parte sino los 20 puntos (36-56) poco antes del descanso.
 
El inicio fue esperanzador para España, que devolvía cada canasta en los primeros minutos (11-11, min.5), antes de que no encontrara el acierto en el tiro, perdiera muchos balones (17 al descanso) y Lebron James y Carmelo Antonhy se pusieran a anotar. España ya no podía detener la sangría ante un rival que lo metía todo desde los 6,25, que corría, defendía y no le dejaba un respiro en ataque.
 
Ni siquiera la presencia del joven Ricky Rubio, aire fresco en defensa y ataque, donde conectaba con la mirada y 'alley-oops' con su compañero Rudy Fernández, vino a cambiar las cosas. Cada defensa zonal era rota por los americanos con una buena circulación de balón y un triple. Muchos triples en contra (7/11, al descanso), muchos balones perdidos en el limbo, muchos puntos en contra: 61.
 
La segunda parte repitió el mismo guión de Estados Unidos que no aflojaba el ritmo y España tratando de achicar agua para que la diferencia (48-72) no fuera de escándalo. Algo se mejoró en defensa, Felipe Reyes estaba atinado y el saldo negativo giraba alrededor de los 20 y 30 puntos. Ricky aportaba las cosas de siempre, la defensa, una asistencia por aquí, un pase por la espalda por allá, para que los ojeadores apuntaran todo en sus libretas de cara un futuro cercano. Lo peor es que a España parecían haberle inyectado un calmante.
 

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