La producción mundial de petróleo es de cerca de 80 millones de barriles/ día, lo que significa 4.000 millones de toneladas al año.
De esa cifra, los países miembros de la OPEC producen alrededor de 30 millones de barriles/ día. No estamos hablando, por tanto, de un monopolio de oferta, sino de un conjunto de países que producen preferentemente para exportar, lo que también hacen, significativamente, Rusia y México que no son miembros de dicha organización.
En la actualidad, casi todos los países están produciendo al limite de su capacidad, con la excepción de Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos. El exceso de capacidad productiva de estos tres países se cree que es de 3 millones de barriles/ día, aunque Arabia Saudita detenta las 2/3 partes de ese total.
La decisión de la OPEC de aumentar la producción en 800.000 barriles/ día se ha satisfecho casi íntegramente por Arabia Saudita. Irak, un país todavía con limitaciones teóricas por el embargo, hace tiempo que produce al límite de su capacidad.
Todos estos datos de extracción de petróleo se completan con el hecho de que la industria transformadora del petróleo, las refinerías, están trabajando al límite de su capacidad y que la oferta es insuficiente para atender las necesidades mundiales de algunos productos como el gasóleo.
Por supuesto, esta evolución de la capacidad de extracción y refino del petróleo responde a una demanda debilitada durante muchos años, que determinó unos precios entorno a los 20 dólares/ barril en toda la década de los 90 y que en 1998 y 1999 se desplomó, en promedio, hasta los 12 dólares/ barril.
Sin embargo, el inesperado crecimiento de la economía norteamericana hasta la actualidad, la recuperación de la europea y el renacimiento de las economías asiáticas afectadas por la crisis en 1997 han hecho que crezca sustancialmente la demanda de petróleo y, a continuación, los precios.
Los precios de mas de 30 dólares / barril están reactivando los planes de prospección petrolífera, la propia producción y los proyectos de ampliación de las refinerías. Pero para que el crecimiento de la oferta se produzca y tenga efectos palpables tendrá que pasar tiempo, incluso algún año en el peor de los casos. Y primero aumentará la producción física y después se moverán los precios.
A corto plazo, con sólo un margen de 3 millones de barril/ día de producción de petróleo, lo que significa menos del 4% de la producción mundial, y con el invierno a las puertas, será muy difícil que los precios del petróleo se muevan a la baja, incluso aunque se produzca al tope de la capacidad instalada.
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