Joaquín Sabina es un artista pop con fuerza. En su concierto de Madrid del pasado día 8, Plaza de las Ventas, puso el cartel de no hay billetes (a 3.600 pesetas cada uno de ellos). Todo un éxito, lo mismo que su disco de 19 Días y 500 Noches
El último disco de Sabina, excusa de su última gira, es muy bueno. Tiene trece canciones con ángel canalla dentro que para eso él se ha hecho la foto fumando y con alas de arcángel bíblico, como caído del cielo. Es la parafernalia del éxito y la necesidad de dar en un recital a cielo abierto, a las multitudes que se entregan al artista, de un decorado, de una puesta de escena de cartón, piedra que recuerda a una vieja estación de tren.
Además, está todo el componente visual que se construye con diapositivas para que el disco que suena y las canciones que se cantan, levanten pasiones. Eso si como el coso taurino se llena de incondicionales y no importa que se destrocen los poemas con gritos o con un sonido mal resuelto siempre que uno le permite seguir soñando que es un joven, él y nosotros, de cuarenta y muchos años con carácter insurgente.
Ahora ya es el momento del próximo compacto que saldrá como recopilatorio bajo el título de Nos sobran las palabras y que ha grabado en directo en esta gira en las plazas de Linares y Baeza. Son sus canciones más famosas cantadas ante su público y todos contentos.
Joaquín Sabina es un canalla de éxito. No había actuado en Madrid hace tres años o cuatro y lo ha aprovechado. Su público, esos que admiran sus versos arrastrados, estuvieron el viernes día 8 de septiembre encantados. Como poeta que maltrata el verso y lo canta en rimas asonantes tiene miles de adeptos. Será, debe ser, que sus textos a esta altura del tiempo ya son conocidos de sobra a “Mis cuarenta y diez”. Ya esta bien visto y, sobre todo oído. Debe ser que ya sabemos lo que es su, nuestra, pasión “De purísima y oro” o que suspiramos por “Una canción para Magdalena” y, por supuesto que si, nos recuerda con “El caso de la rubia platino” que una historia de detectives dura 4 minutos y 50 segundos. El nunca se parece en sus canciones, no se repite, siendo el mismo ya que para eso ha puesto en la celda número nueve de su disco su “Cerrado por derribo” que es buen tema y estribillo.
19 Días y 500 Noches es un buen disco y, además es un buen espectáculo en directo. Sus trozos de realidad, sus retazos de amor y una vida cargada de acontecimientos son sonidos que llegan al corazón. Y si uno va a sus recitales es como irse a los lugares conocidos. Compró el compacto el año pasado, lo ha oído muchas veces, en muchos estados de ánimo y luego va a sentirlo en directo que es como entenderlo en su estado más puro aunque no sea en las mejores condiciones, no importa, es un rito. En fin.
Joaquín Sabina en gira de 19 Días y 500 Noches
Joaquín Sabina guitarra y voz. Olga Román voz y acompañamientos. Pancho Varona dirección musical, bajo y guitarra. Antonio García de Diego, teclados. Pedro Barceló batería y percusión Bob Sands saxo y flauta.
Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid, 8 de septiembre.
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