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Germán Yanke

La desvergüenza del aldeano

Manuel Chaves, presidente del PSOE, advierte "indicios de cambio" en el PNV. Pasmoso. Si lo hubiera dicho mientras se celebraba la manifestación del sábado podría considerarse, con buena voluntad, la inocencia del líder socialista. El lunes resulta pasmoso.

Este fin de semana, el señor Egibar ha desarrollado lo que ya el señor Arzalluz había apuntado en una entrevista con el diario Avui: en el horizonte del PNV sigue estando el acuerdo de todos los nacionalistas (lo que no es otra cosa que el entendimiento del PNV con el brazo político de ETA) para buscar un pacto que asegure más que el anterior el desestimiento temporal de ETA, incluso aceptando su carácter de vigilante del "proceso". Y todo sigue igual: el Pacto de Estella, la Asamblea de Municipios Vascos, etc. Impresionante el cambio, la verdad.

La desvergüenza de este aldeano nacionalista va a dar al traste con su propio partido, en el que no se advierten cambios precisamente porque los sectores críticos no quieren plantar cara a una dirección que ha perdido el rumbo razonable y sólo expone la doctrina de EH. Es el problema del PNV y de sus bases.

Lo negarán, sin duda, pero en privado han mostrado ya su desilusión: esperaban que la manifestación del sábado fuera más impresionante que la convocada en San Sebastián por la Plataforma "Basta Ya" pero no lo fue. El PNV va deshaciendo su apoyo popular y electoral mientras se mantiene, príncipe del inmovimilismo, en la doctrina de los voceros de ETA. A mi me da pena...

Pero más pena me da, y más rabia, que esa actitud impida una mejor lucha contra el terrorismo y sus terroríficas consecuencias. Si el PNV quiere mantener como doctrina la cagalera intelectual de Egibar, es su problema. Pero como no es el nuestro hay que reclamar inmediatas elecciones. Chaves debería saberlo.

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