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Alicia Delibes

Retoques para la LOGSE

El borrador de los dos Reales Decretos que Pilar del Castillo se ha comprometido a mandar al BOE antes de Navidad ha sido ya entregado a los principales partidos políticos. Los actuales “currícula” de la LOGSE consisten en una difusa insinuación de temas a “tratar” a lo largo de los cuatro años de la ESO, envuelta, rodeada y bañada por un sinfín de procedimientos y actitudes en los que pedagogos con veleidades literarias lucieron sus habilidades psicodidácticas.

El nuevo proyecto pretende, fundamentalmente, concretar esos contenidos, distribuirlos por cursos y establecer los criterios que puedan ayudar al profesor a decidir si un alumno está o no capacitado para acceder al curso siguiente. Son reformas indispensables para remediar la situación de caos y desbarajuste en la que se encuentran actualmente muchos centros escolares. Los contenidos mínimos que el Ministerio ha revisado suponen el 65 ó 55 por ciento del total de cada asignatura, dependiendo de que la correspondiente comunidad autónoma tenga o no lengua propia, y son de la exclusiva competencia del Ministerio de Educación.

Los argumentos que los defensores de la LOGSE utilizarán para criticar esta pequeñísima reforma son fácilmente previsibles. Se acusará al Ministerio de precipitación, de falta de recursos económicos, de falta de consenso con las comunidades autónomas y, finalmente, de la inutilidad que supone reformar unos “currícula” cuando la misma ministra ha prometido una revisión y reforma total de la LOGSE.

Hablar de precipitación cuando se lleva estudiando, consultando y dando vueltas al asunto desde hace casi cinco años, resulta realmente indignante. Poner como excusa la precariedad económica cuando se trata de ordenar y controlar lo que se enseña y remediar lo que no se enseña es sencillamente ridículo. El coste de la reforma prometida por la ministra puede ser mínimo.

Las comunidades autónomas deberán ahora completar la parte de programa que les corresponde. Que la administración central diga cuáles deben ser y cuándo deben estudiarse los contenidos mínimos, según marca la LOGSE, es fundamental no sólo para evitar las tergiversaciones que en el estudio de los contenidos de materias como Historia, Geografía o Literatura se han producido, sino también para facilitar la movilidad las familias dentro de la geografía española.

Finalmente, si hemos tenido que esperar más de cuatro años para que se saquen adelante un par de decretos ¿cuánto habrá que esperar para que se reformen las tres leyes que regulan nuestro sistema de enseñanza pre-universitaria?

Quizás esta reforma llegue con varios años de retraso, tal vez no sea la ideal ni la más urgente. Pero esa modificación, concreción y distribución por cursos académicos de los mínimos contenidos exigibles a los escolares españoles es indispensable y recae sobre el Gobierno de la Nación la responsabilidad de llevarla a cabo.

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