Juana de Castilla o Juana la desventurada o Juana la endemoniada, la reina por todos conocida como “la Loca”, hija de los Reyes Católicos y madre del Emperador Carlos V, es el singular personaje que nos describe con admiración Manuel Fernández Álvarez.
Después de sus magníficos Felipe II y su Tiempo y Carlos V. El César y el Hombre, el historiador retorna con una erudita biografía donde deslinda realidad histórica de leyenda popular en la triste vida de una reina encerrada en Tordesillas cuarenta y seis largos años, hasta su muerte en 1555.
Y quizás su gran hallazgo es intuir el tortuoso mundo interior de una mujer que, educada para ser reina, no supera la dura prueba, a los 16 años, de abandonar Castilla y vivir en la Corte de Bruselas, de costumbres más relajadas. De ahí que Juana fuera antes que nada cautiva del corazón y de los celos provocados por los devaneos de Felipe el Hermoso.
La obra demuestra cómo la enfermedad depresiva de la reina, nunca desposeída de sus derechos dinásticos, significó una inmejorable excusa para apartarla del poder; y de ello se aprovecharon su marido, Felipe el Hermoso, su padre, el rey Fernando de Aragón, y, finalmente, su primogénito, Carlos V. Aunque el historiador no se contenta sólo con repasar su trayectoria vital, sino que la enmarca con capítulos dedicados a explicar la mentalidad de una época de contrastes: así, la Inquisición y los procesos por brujería en la Europa central, los hechos y adelantos científicos, los artistas y figuras del Renacimiento, etc.
Es interesante señalar el paréntesis de libertad -dos meses y medio- que Juana disfruta tras la toma de Tordesillas por los comuneros Padilla, Bravo y Maldonado, y cómo entonces (20-VII-1520) parece recobrar la cordura. Sin embargo fue un espejismo y “una vez más a Juana le faltó tiempo para salir del pozo de su depresión”.
Juana la Loca. La cautiva de Tordesillas se estructura en dieciséis capítulos a modo de hitos sobresalientes en su biografía, junto con una amplia bibliografía, una sucinta cronología y un más que interesante apéndice documental, así como un útil índice onomástico. La edición, esmerada, confiere al libro un importante valor añadido. Estamos ante un libro altamente recomendable.
Manuel Fernández Álvarez, Juana la Loca. La cautiva de Tordesillas. Espasa Fórum, Madrid, 2000. 306 páginas.
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