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Carlos de Prada

El culebrón del Ebro

Ante la inminente presumible aprobación del PHN y el trasvase en el Senado, la cosa está que arde. El PP de las Tierras del Ebro ,
-comenzando por su capital, Tortosa, donde han dejado el partido 4 de sus 6 concejales-, se desmembra.

Los detractores de la obra no se achican y anuncian que, tras el éxito social de sus movilizaciones en Zaragoza, Barcelona y Madrid, desfilarán este verano por las calles de Bruselas, para exigir que no se destine “ni un euro” a un PHN que incumple claramente la directiva marco del agua europea. Y, atención, advierten que están estudiando llevar el tema a los tribunales por las sospechas de que algún alto cargo pueda haber promovido el trasvase buscando el beneficio de alguna gran empresa en la que trabajó. Tampoco Pujol las tiene todas consigo por haber apoyado que se lleven las aguas del Ebro. Cada vez que aparece por esa zona de Cataluña no puede evitar un sonoro coro de abucheos.

Un informe del catedrático Narcís Prat (máximo experto en el Delta, reconocido por el propio Ministerio de Medio Ambiente) dice que sólo en dos años desde 1979 habría existido agua para trasvasar sin dañar gravemente el estuario del río. Y la tendencia, por los regadíos en la cuenca y el cambio climático, es que la cosa vaya a peor.

Por si fuera poco, vecinos y agricultores de la Vega Baja del Segura
han llevado a la Fiscalía Anticorrupción el actual “robo” de las
aguas del río murciano, mediante captaciones ilegales, para
derivarla -denuncian que con la connivencia de la Confederación
Hidrográfica del Segura- a la zona de Benidorm, el Mar Menor,
Mazarrón, etc., a urbanizaciones o regadíos ilegales. Implican a algún juez, funcionarios, etc., y dicen que si se llevan allí las aguas del Ebro su destino será el mismo.

Recientemente se ha modificado la Ley del Suelo de Murcia, eliminando doce mil hectáreas de zonas protegidas. Se denuncia que es para permitir en ellas proyectos urbanísticos, campos de golf, parques acuáticos o regadíos ilegales… Buena parte de la huerta tradicional puede pasar a convertirse también en suelo urbanizable. Y todo con el Ebro de fondo. Parece que la cosa promete un verano caliente.

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