Menú
José Hermida

¿Cuándo es importante y cuándo no lo es?

Las personas que trabajamos en el entorno de Internet, tanto en el área de marketing como en la puramente tecnológica, acostumbramos a considerar el diseño web como algo secundario, y en todo caso, prestamos la mayor parte de la atención a los aspectos funcionales (la famosa “navegabilidad” del sitio web).

Sin embargo, creo que ha llegado la hora de romper una lanza a favor del diseño... y del ahorro de costes. En efecto, lo que no se puede perder de vista es que cualquier producto (y una página web puede ser no sólo una herramienta, sino un producto en sí misma) debe tener presente cuál es el perfil o perfiles de sus usuarios potenciales. Un ejemplo: si usted tiene una empresa que suministra materiales de construcción a pequeños empresarios, será mejor que no pretenda fascinarlos con espectaculares aperturas en flash; una lista de precios y condiciones de entrega será suficiente y sus clientes se lo agradecerán. Y ponga en letras bien grandes el número de teléfono de su empresa, así como la dirección.

De igual forma, si su empresa se dedica a la venta de CDs, ropa de moda o cualquier producto o servicio de vanguardia, será importante que los compradores se sientan reflejados desde el primer instante en el estilo que sugiere la página de apertura. No es necesario hacer costosas encuestas para saber qué diseño es el indicado para una iniciativa web; bastará con preguntar a una muestra de los mismos clientes, actuales o potenciales, cuáles son las páginas web de su preferencia. Preguntemos a los clientes antes que a los expertos, y no lo hagamos al revés.

Y por supuesto, si el tipo de clientes que usted tiene le asegura mayoritariamente que no tiene ningún sitio web de preferencia, lo mejor será que se plantee el negocio fuera de la Red.

0
comentarios