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Katia Borrás

El Telón de Acero cumple 40 años

El 13 de agosto Berlín celebra el 40 aniversario de la construcción del muro. Cuatro décadas después de aquella madrugada de sábado a domingo, en que las fuerzas policiales y el ejército de la antigua República Democrática Alemana desplegaran una primera alambrada de púas precursora de la posterior valla de hormigón, más conocida como Muro de Berlín, la capital alemana celebra un aniversario marcado por dos recientes hechos que han enardecido los ánimos de la opinión pública alemana.

Por un lado, la demanda judicial interpuesta por el ex canciller alemán Kohl para vetar a investigadores la consulta de las actas elaboradas sobre él por la Stasi (Staatssicherheit), el ex servicio secreto germanoriental. El Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Berlín le dio la razón prohibiendo a periodistas e historiadores el acceso a los documentos sin el consentimiento expreso del ex canciller. Con esta decisión, el tribunal antepone la condición de Kohl como víctima de la Stasi a su calidad de personaje histórico obstaculizando así, con todas las de la ley, la redacción de la historia alemana reciente. Puesto que el fallo es extrapolable a otros personajes relevantes el debate no ha hecho más que empezar.

Puesto que el archivo de la Stasi no sólo contiene información sobre casi un tercio de los ciudadanos de Alemania Oriental, sino que también se ocupaba de estudiar al enemigo occidental, las actas podrían albergar pruebas sobre la financiación ilegal de la CDU. De hecho, si la información que contienen no fuera relevante, no se explicaría que Kohl haya interpuesto una demanda contra una ley que se aprobó precisamente durante su mandato.

La segunda cuestión que tiñe de ambigüedad al aniversario es lo cerca que el PDS, los ex comunistas del SED (Partido de Unidad Socialista) están de acceder al gobierno regional de Berlín tan sólo doce años después de la caída del muro. Hasta hace poco una alternativa impensable propiciada por la convocatoria de elecciones anticipadas en Berlín. Tras la ruptura con los democristianos cuya gestión provocó la grave crisis financiera que atraviesa la capital, la coalición SPD-Los Verdes se muestra dispuesta a integrar a un nuevo socio: el PDS. Esta opción, junto con la celebración del aniversario de la construcción del muro, obligó al PDS a redefinirse. En julio los herederos de los ex comunistas se pronunciaron oficialmente sobre la construcción del muro, “lamentándolo” pero justificándolo al calificarlo de defensa anticapitalista “necesaria”. La palabra perdón por las atrocidades cometidas durante treinta años no aparece en ningún lado. Una omisión fatal que reabre las viejas heridas.

Lo único que está claro es que, a estas alturas, los alemanes todavía no han superado las lacras de su pasado, mientras que continúan sin hallar el consenso respecto a una nueva concepción histórica de la postguerra ‘germanoalemana’ imprescindible para construir un futuro común.

El 40 aniversario de la construcción del Telón de Acero acapara sin duda más atención que en su trigésima edición y nuevamente confronta a la sociedad berlinesa y a la alemana en general con su oscuro pasado. A nivel político, unos y otros siguen vigilándose. De reojo, por supuesto.

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