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Pedro Salinas

Reformas

El presidente del Consejo de Ministros del Perú, Roberto Dañino, ha anunciado que el gobierno de Alejandro Toledo emprenderá una reforma integral del Estado.

Ojalá. Lo mismo anunció el régimen cleptocrático de Fujimori y su pandilla. En vez de ello, debilitó las instituciones para controlarlas y no tocó ninguna institución del viejo Estado. Tuvo miedo de reestructurar y liquidar empresas debido al costo político que entrañaba. Tuvo miedo de reducir el tamaño del Estado porque esa decisión podía quitarle votos para su tramposa campaña reeleccionista. Paradójicamente, fue el entonces congresista Fernando Olivera, actual miembro del gabinete toledista, quien contribuyó a meterle miedo a Fujimori y a los “reformadores”.

Fujimori, además, hizo lo contrario a una verdadera modernización del Estado: aumentó la empleocracia estatal. Durante su gobierno hubo más empleados que durante la caótica administración de Alan García.

Empero, Dañino ha dicho que la meta de Perú Posible es fusionar sectores y áreas de trabajo, para volver al Estado peruano más eficiente y fuerte. Ver para creer. Confiemos en que el toledismo no se contagie de la miopía que padeció el fujimorismo, que no quiso ver la realidad: un Estado sobredimensionado donde es imprescindible reducir el personal que sobra. El cual, asimismo, representa una ominosa carga para los contribuyentes.

Con un Estado reducido, pequeño pero eficaz, los peruanos veríamos incrementados nuestros ingresos en el largo plazo. En este sentido, achicar el Estado no es, como pensaba el ahora prófugo Fujimori, una medida antipopular. Al revés, comprimirlo para disminuir los impuestos y mejorar los ingresos puede hasta redundar en réditos políticos.

Un Estado chico, funcional y eficiente, basado en el control de resultados y de objetivos, permitirá por lo demás un manejo más ágil de los asuntos públicos.

Por lo tanto, confiemos en que lo que ha pronosticado el premier se haga realidad. Lamentablemente, los aires populistas que suelen concentrarse en Palacio de Gobierno siempre han hecho que reformas sustantivas como las que comentamos se vean, por una u otra razón, paralizadas o, lo que es peor, torpedeadas desde las entrañas del gobierno de turno.


Pedro Salinas es corresponsal de la agencia de prensa © AIPE .

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