La caída en picado de “Maldita la hora”, el programa que Antena 3 le ha puesto a Máximo Pradera, le ha dado una alegría a Pepe Navarro, aparcado por la misma cadena para que no les metiera en líos. “La sonrisa del pelícano” se adivina en un personaje que está esperando su rehabilitación para volver a hacer alguna fechoría nocturna. Como el pájaro tiene amigos, y algunos con altavoz, ha aprovechado para hacerse propaganda esta semana en “La noche abierta” de Pedro Ruiz, un obsequioso colega que no ha tenido inconveniente en poner el centro de San Cugat de TVE y una entrevista amable de más de una hora para que Pepe Navarro ofreciera su mejor cara.
Que Navarro funcionaba mejor desde el punto de vista de la audiencia que Máximo Pradera es un hecho incuestionable, como también lo es que tiene las cosas difíciles si quiere volver: Sardá está muy fuerte, Navarro ya no es un descubridor de talentos, sino que está en situación de que lo recojan, ha fracasado con su serie “Papá” y Antena 3 no está tan desesperada como para echar mano de un personaje que, si va a la guerra de las audiencias de la noche, buscará escándalos al precio que sea.
Pepe Navarro, por más que Pedro Ruiz nos lo quiera vender como un gran profesional, es un hombre con cierta intuición, escasa cultura y un afán por salir adelante al precio que sea. Algo muy peligroso. Que TVE le dé cancha para su promoción no deja de ser un dato inquietante, cuando en la misma semana la televisión pública ha puesto en el candelero, de nuevo, el crimen de las niñas de Alcácer en el programa de Concha Velasco. Esa vuelta de una de las páginas más siniestras de la televisión no hace presagiar nada bueno, aunque cabe la esperanza de que Antena 3 encuentre una solución mejor para sus noches que el regreso de un hombre que tiene su “currículum” manchado por actuaciones que rozan el límite de la legalidad.
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